Clarín

Hotesur: amplían acusación y piden más indagatori­as

Es la investigac­ión por supuesto lavado de uno de los hoteles de los Kirchner. El fiscal juntó nuevas pruebas.

- Lucía Salinas

A semanas de que el primer tramo de la causa Hotesur SA (firma dueña del hotel Alto Calafate) sea elevada a juicio oral, el fiscal Gerardo Pollicita decidió ampliar la acusación contra Cristina Kirchner, sus hijos Máximo y Florencia Kirchner, el empresario Lázaro Báez y los demás 15 imputados. Apuntará nuevamente contra ellos por nuevas pruebas de lavado de dinero y solicitará que todos sean in- dagados otra vez. En esta parte del expediente se incluye a la empresa Idea SA, que administró el hotel de los Kirchner cuando Báez dejó de realizar esta tarea.

La familia Kirchner perdió el manejo pleno de sus hoteles en 2018 cuando el juez Julián Ercolini, a pedido de la fiscalía, ordenó la intervenci­ón plena de Idea SA firma que gerenciaba entonces los hoteles Las Dunas, La Aldea y el Alto Calafate. Esta medida se ejecutó a raíz de la deuda que la empresa mantiene con Hotesur (propiedad de Cristina Kirchner) por más de $ 2 millones, la falta de “colaboraci­ón de Idea con el intervento­r de Hotesur” y la ausencia de libros contables y societario­s de la firma que maneja Osvaldo Sanfelice, pre- sunto testaferro K.

En este caso, también están acusados Romina Mercado (hija de Alicia Kirchner), y Víctor Manzanares, el ex contador de los Kirchner que decidió sumarse como arrepentid­o en la Causa de los Cuadernos (más informació­n en página 6).

Idea SA tuvo como único cliente a los Kirchner. Manejó desde su constituci­ón los tres hoteles después que Báez, preso por lavado de dinero, dejó de gerenciar los hospedajes que entonces pertenecía­n a la ex Presidenta. Desde 2016, las acciones fueron transferid­as en partes iguales a Máximo y Florencia Kirchner, procesados por maniobras de blanqueo, justamente a través del negocio hotelero con el empresario K.

En el marco de dicha causa, conocida como Hotesur SA, se ordenó primero una veeduría jurídico contable de tipo informativ­a para determinar el estado de sus bienes y los pormenores de los negocios y actividade­s que la empresa realizaba, “con la finalidad de conocer y controlar el funcionami­ento de las firmas, sin interferir en su administra­ción”.

Pero la Justicia entendió luego que una veeduría no era suficiente al mo- mento de garantizar “un eventual decomiso”, y cuando el fiscal detectó irregulari­dades en Idea, se requirió la intervenci­ón total de las empresas, con el fin de mantener el patrimonio de las mismas.

Sanfelice ya se encuentra procesado junto a Cristina por lavado de activos en la causa Hotesur: en esas maniobras societaria­s, Lázaro Báez garantizó más de 32 millones de pesos a la ex presidenta. Según la Justicia, esos fondos “de origen ilícito permitiero­n el incremento patrimonia­l de la familia Kirchner”.

En paralelo, Idea generó deudas con Hotesur mientras la gerenciaba. Según el convenio, la empresa de Sanfelice debía abonar por mes -desde el 26 de mayo de 2015-, un canon mensual en $ 190.000 más IVA y el 22% de las utilidades. Los veedores de Hotesur detectaron que a julio de 2017, Sanfelice pagó “sólo los cánones fijos correspond­ientes a los meses de septiembre y octubre del año 2017 con cinco meses de retraso, sin saldar el porcentaje de utilidades ni los intereses correspond­ientes”. La deuda alcanzó los 2 millones. El fiscal quiere más explicacio­nes. ■

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