Crece el uso de la telemedicina y hay alerta de los médicos
Advierten que en ciertos casos la consulta presencial es clave.
La telemedicina ya está entre nosotros. Cada vez más prepagas, clínicas y hospitales atienden a sus pacientes a la distancia, mediante aplicaciones, plataformas digitales, o redes sociales. Pero lo que muchos presentan como un avance y como "la salud del futuro", también tiene sus opositores.
La Federación de Entidades Médi- cas Colegiadas (Confemeco) -integrada por los Colegios y Consejos médicos de 11 provincias, incluida Buenos Aires- difundió en un comunicado su “preocupación” por este modo de atención que “pone en alerta a los médicos”. “El acto médico es presencial y requiere de la interacción del profesional con el paciente en forma personal, en un ámbito adecuado y respetando todas las implicancias ético-legales que rigen la profesión en nuestro país", explica Mauricio Eskinazi, presidente de la Federación.
"No estamos en contra de la tecnología -sigue- solo queremos reforzar que la consulta presencial es fundamental." Y destaca la importancia del análisis "a través de la historia clínica y del examen físico adecuado, que solo se logra de manera presencial”.
Sin embargo, para sus promotores, la telemedicina da resultados exitosos. Un caso paradigmático es el Hos- pital Garrahan, que tiene más de 300 Oficinas de Comunicación a Distancia (OCDs) en diferentes provincias. En 2018 atendieron 10.347 consultas y realizaron 1.083 videoconferencias.
Su propuesta es intermedia: incluye tecnología, pero el paciente nunca queda solo. "Nuestra diferencia es que siempre hay un médico en forma presencial al lado del paciente", cuenta a Clarín Antonio Luna, coordinador de redes y comunicación a dis- tancia del hospital. ¿Cómo funciona? El objetivo es tener una segunda opinión calificada. Por ejemplo, un nene visita a un cardiólogo en el Hospital de Niños de Jujuy. Ese médico se puede contactar -en forma remotacon el jefe del Servicio de Cardiología del Garrahan. Entre ambos analizan el caso y debaten cómo tratarlo.
Por su parte, la empresa de emergencias Vittal ofrece un servicio de videoconsultas que en 2018 tuvo un incremento mayor al 100%. Las usan para los casos que no son urgencias ni emergencias, como gripes, resfríos o seguimientos posquirúrgicos. "Es innovador y eficaz", dice a Clarín la directora médica, Valeria El Haj. Sobre el comunicado de la Confemeco, opina que "el trato personalizado no se pierde" porque por la pantalla "estás viendo al paciente: si está pálido, si está sudoroso, si tiene problemas para hablar". Incluso, le pueden pedir que abra la boca o levante los brazos.
"Hay que sacarse la careta. Cuando un paciente va por una banalidad, los médicos ni lo tocan. Me parece que en una videoconsulta de 40 minutos te atienden mucho mejor que a los pacientes de PAMI que, pobrecitos, van al médico y tienen 15 minutos de atención", remata El Haj.
Es punto es, juntamente, uno de los principales beneficios para los usuarios, ya que en muchos casos hay meses de demora para conseguir un tur-
no personal con un especialista, y cuando lo consiguen pueden tener largas esperas para ser atendidos.
En el caso de Osde, su Unidad de Asistencia Remota (UAR) permite a las empresas que están en sitios remotos consultar a especialistas. "En dos años llevamos realizados más de 1.000 eventos por la UAR con resultados muy satisfactorios", cuentan a Clarín los voceros de la empresa.
Pero para Héctor Garín, secretario general de la Asociación de Médicos de la Actividad Privada, lo de las prepagas "no es medicina, es negocio". En una columna que compartió con este medio, las acusa de maximizar ganancias reduciendo costos, con los médicos como grandes perdedores: "Les pagan por cuatro teleconsultas lo mismo que antes les abonaban por una atención personal y adecuada".
Consultados al respecto, los voceros de Osde dicen que con la telemedicina "se reducen exclusivamente los costos indirectos: traslados inútiles, demoras, dificultad de acceso o disponibilidad de especialistas que provoca movilidad de los pacientes".
"No creo que sea para abaratar costos", opina Luis Maria Degrossi, presidente de la Asociación de Empresas de Medicina Privada. Considera que la telemedicina es "algo nuevo del mercado" y que apunta a seducir a los millennials. "Las entidades de medicina privada y las obras sociales no pueden quedar afuera de esta innovación porque los jóvenes la piden. Ellos quieren concurrir lo menos posible a un lugar físico", señala.
Distinto es el caso de los más grandes. Para Degrossi, "hay mucha gente que todavía prefiere sentarse en un escritorio, generalmente son los mayores de 35 o 40 años". Como en todo período de adaptación, los cambios descolocan, incomodan y dividen las aguas. En eso estamos. ■
El acto médico exige una interacción presencial y personal, en un lugar adecuado”.
Mauricio Eskinazi
Presidente de la Federación de Entidades Médicas Colegiadas
El trato personal no se pierde, podemos ver al paciente online. Es innovador y eficaz”.
Valeria El Haj
Directora médica de la empresa de emergencias Vittal