El polo comercial de la avenida Córdoba, en decadencia: cada vez hay menos outlets
Se ven carteles de alquiler y de “liquidación por cierre”. Tuvo su auge entre los 90 y 2010, pero la situación se complicó por el aumento de alquileres y tarifas y por la baja del consumo.
El momento de auge de los outlets fue en 2001. La avenida Córdoba, entre Lavalleja y Thames, se había convertido en el sitio de moda para comprar indumentaria de marcas reconocidas a precios bajos. “Ocho cuadras para caminar, revolver y comprar ropa barata”, era el reflejo de la zona que este diario publicaba entonces ese momento. Dieciocho años después, lejos de aquel pasado, la fisonomía de la avenida cambió con negocios cerrados, carteles de “se alquila” o“liquidación por cierre” que abundan, y veredas por las que caminan pocos clientes.
Según un informe de la Cámara Argentina de Comercio (CAC), publicado en enero, en el bimestre noviembre-diciembre había 26 locales cerrados, contra 10 del mismo período pero en 2017.
Los casos de cierres de comercios por la recesión y los aumentos de los precios de los alquileres se dan en otros centros comerciales, como en la avenida Santa Fe o la calle Florida. Pero en Córdoba se percibe la sensación de fin de ciclo.
Una vendedora, con su negocio vacío, reconoce que la zona esta decaída, pero no se resigna y afirma: “Hay que seguir laburando”. Otro, también con el local sin gente, se niega a comentar sobre la declive comercial de la avenida pero sí confirma que pronto cerrará.
El local más grande, que forma parte de las dos únicas cadenas internacionales que quedan en la zona, también está casi vacío; eso sí, de acuerdo a uno de los vendedores, por ahora no hay planes de irse.
Según Nicolás García, encargado en un local de ropa interior de hombre desde hace tres años, el aumento de los servicios, junto con el incremento del alquiler y la reducción en el consumo ha propiciado el ocaso de la zona como polo comercial. “Hasta el outlet sale caro, y a los que quieren abrir un negocio les cuesta más todavía”, dice.
No muy lejos del centro comercial de la avenida Córdoba hay otro polo de outlets. Está sobre la calle Aguirre. En un tiempo convivieron. Y ahora, aunque no desborda de gente, en Aguirre no hay negocios cerrados y persisten locales de marcas internacionales.
Uno de los vendedores consultados por Clarín asegura que es fre- cuente que algunos locales cierren, pero afirma que casi de inmediato otro toma su lugar, lo que contribuye a que no decaiga el área.
Por otra parte, no cree que sea definitiva la situación de Córdoba, porque “a la gente le gusta gastar”, así que cuando “haya un mejor momento, el público volverá”. Otra de las causas de la decadencia, según evalúa, es que la construcción del viaducto del tren San Martín complicó el tránsito y la llegada de gente. Por otro lado, hay
La Asociación de Amigos de la Avenida Córdoba, creada para impulsar la zona, ya no existe.
quienes se entusiasman con que, cuando la obra esté terminada y mejore el tránsito en la zona, el polo comercial resurja.
Otra esperanza está cifrada en los locales de las calles perpendiculares, que subsisten con alquileres algo más baratos, aunque con menos exposición para el público.
Marcelo Sorzana, director de Surreal Marketing y especialista en marcas de indumentaria, opina que, al igual que un producto, una zona comercial tiene un ciclo de vida: introducción, crecimiento, madurez y declive. “La gente se cansa del lugar o del formato”, dice, y agrega: “Con
más marketing y una purificación de las marcas, los consumidores se desplazan. Los polos comerciales se van trasladando: el surgimiento de la calle Córdoba en los 90 ocurrió a costa
de Munro, zona muy popular durante los 80; más recientemente, Aguirre o el sector comercial de Flores afianzaron su popularidad en detrimento de Córdoba y Once, respectivamente”.
El especialista agrega que la coyuntura económica también desfavoreció la situación: “El aumento de los alquileres y la retracción del consumo aceleraron el declive de la zona”, sostiene.
Los comerciante de Córdoba reconocen también la influencia del Distrito Arcos, el outlet de marcas premium que abrió hace dos años en Juan B. Justo y Santa Fe, no tan lejos de los polos de Córdoba y Aguirre.
Por eso, consideran que las ofertas y las propuestas de ambos polos deberán renovarse para seguir siendo elegidos por los consumidores. La situación se da, además, en un contexto generalizado de cierres de locales en la Ciudad, como muestra un informe de la Cámara Argentina de Comercio (ver “También hay...”)
Otro dato que describe la difícil situación: la Asociación de Amigos de la Avenida Córdoba, creada hace 18 años para impulsar la zona, se disolvió y ya no existe. ■