Rosario: imputan a un ladrón por el asesinato de un prestamista
Al prestamista Lucio Maldonado lo ejecutaron de tres disparos. Su cadáver apareció en un descampado. Tenía las manos atadas y un cartel que rezaba: “Con la mafia no se jode”. El trabajo de la Justicia para resolver el crimen direccionó la investigación hacia Esteban Alvarado, un “pesado” al que muchos señalan como uno de los nuevos jugadores fuertes del narcotráfico en el sur santafesino.
Alvarado logró escapar cuando se ordenaron los primeros allanamientos, pero fue detenido en un camping de Córdoba el 2 de febrero pasado. Ayer fue imputado como instigador del asesinato de Maldonado. Podría ser condenado a prisión perpetua.
La audiencia de la imputación de Alvarado estuvo rodeada por un amplio operativo de seguridad. Agentes del Grupo de Operaciones Especiales Penitenciarias y de las Tropas de Operaciones Especiales custodiaron el traslado del detenido desde la cárcel de Piñero al Centro de Justicia Penal de Rosario, donde en los últimos me- ses hubo dos atentados a balazos.
“El punto de contacto entre ambos son los autos. Uno de los elementos que estamos analizando como posible disparador del homicidio es un negocio que no resultó como Alvarado quería o alguna cuestión similar en cuanto a manejo de dinero”, planteó el fiscal Matías Edery en el inicio de la investigación.
Maldonado había desaparecido tras informar a sus familiares que iba a cenar con unos amigos el 10 de noviembre pasado. Lo secuestraron cuatro hombres armados y lo lleva- ron a una propiedad de Alvarado, en la localidad de Piñero. Quizás allí fue asesinado tres días antes de que apareciera su cuerpo en un descampado en la zona Sur de Rosario.
Alvarado había sido detenido en 2012 por integrar una banda que robaba autos de alta gama en el norte del conurbano bonaerense. Los coches eran desguazados en Rosario. Por ese delito fue condenado a seis años y medio de cárcel, aunque desde 2016 gozaba de libertad condicional.
En diciembre de 2007 fue descubierto por la Policía cuando intentaba robar un Fiat Duna en el macrocentro de Rosario. Intentó coimear a los agentes y le dieron tres años de prisión condicional.
Distintas investigaciones, sin embargo, lo marcaban además como un fuerte operador narco en el sur de Santa Fe y como un hombre que crecía en el negocio a partir de la persecución judicial a “Los Monos”. ■