No contar más con él sería una exageración
No es su primer error y posiblemente tampoco sea el último. Como empleado de Racing que es, Ricardo Centurión se equivocó feo en el Monumental, sabiendo que cualquier cámara de televisión podía capturar su gesto de enojo, luego el empujón a su superior (Coudet) y más tarde esa mirada de desprecio que le obsequió a su entrenador antes de reemplazar a Saravia. Acaso lo más molesto haya sido su falta de ganas para jugar.
Es cierto que Coudet necesitaba reforzar su autoridad frente al plantel y que Racing está por encima de los nombres propios, como afirmó ayer el mánager Diego Milito. Por eso tiene validez una sanción. Aunque la extensión de la misma es lo que se debe evaluar si se tiene en cuenta que hay un objetivo claro por Avellaneda: co- ronar este semestre siendo campeón luego de una campaña irreprochable desde los números y desde el rendimiento colectivo, a excepción del paso en falso en Núñez. Centurión fue clave en el primer semestre de 2018. Con goles y asistencias, con gambetas, con esa verticalidad y ese cambio de ritmo que no tiene casi ninguno de los futbolistas del actual plantel. Luego del Mundialdecayó su nivel, fue más irregular y resultó castigado por su gesto en la Libertadores contra River. Chacho siempre eligió respaldarlo y mimarlo y le mantuvo la titularidad.
Bajarlo a entrenarse con la Reserva, ¿hasta cuándo? A Racing le aguardan 7 fechas cruciales, incluyendo el clásico clave con Independiente. ¿Puede implosionar el vestuario con esta decisión? Es tarea de cualquier director técnico administrar los egos de un grupo numeroso y elegir a los más capaces. El desafío para Coudet debería ser recuperar a Centurión en su mejor versión. Para ello será indispensable que todos colaboren. Empezando por Centurión.