Ordenan no cobrar en el subte si no funcionan las escaleras mecánicas y los ascensores
Lo decidió un juez, en una causa iniciada por un discapacitado. La medida incluye a cualquier pasajero, tenga o no dificultades motrices. La Ciudad y Metrovías apelarán.
Un polémico fallo de la Justicia porteña ordenó que los pasajeros puedan viajar en subte sin pagar si las escaleras mecánicas o los ascensores de la estación no funcionan. La medida incluye a todos los usuarios, vivan o no con una discapacidad motriz. Y se aplicaría en cualquier estación, tanto en la que el pasajero ingrese como en la que salga de la red.
Así es como quien verifique que algún ascensor o escalera mecánica no funciona estará exento de pagar el boleto. En caso de ya haberlo abona- do, podrá exigir el reintegro a su tarjeta SUBE en la boletería.
El fallo fue firmado por Roberto Gallardo, titular del juzgado N° 2 en lo Contencioso Administrativo. “Pareciera que pese a haber transcurrido más de dos años del inicio de la causa, Metrovías resultaría desinteresada en asegurar un eficaz funcionamiento de los ascensores y las escaleras mecánicas instaladas en las estaciones de subterráneo”, asegura el texto.
En la concesionaria Metrovías informaron a este diario que estudian apelar el fallo. “Las áreas técnicas están analizando el relevamiento efectuado por el tribunal y en función de ello evaluamos hacer un descargo y eventualmente apelar”, explicaron.
Los que sí confirmaron que usarán ese recurso son los representantes de SBASE, la empresa estatal porteña que controla la red. “Nos parece un fallo arbitrario y lo vamos a apelar, ya que veníamos trabajando en un plan de accesibilidad que le presentamos al juez Gallardo y que se encuentra en plena implementación”.
Según la empresa estatal, “en la red hay 270 escaleras mecánicas y 100 ascensores distribuidos en las seis líneas. Y desde que la Ciudad se hizo cargo del servicio, en 2013, el índice de funcionamiento de escaleras mejoró considerablemente: mientras que ese año funcionaban sólo el 82%, actualmente estamos en un 94% de escaleras operativas. Lo mismo sucede con los ascensores: funcionaban el 67% y hoy estamos en un 88%”.
Sin embargo, estas cifras chocan no sólo con lo contabilizado por el juez sino con la información que la propia Metrovías publica desde agosto del año pasado para cumplir con un fallo de segunda instancia. Mientras que el 31 de agosto, el primer día en que esos datos estuvieron accesibles en su web, había 21 escaleras mecánicas sin funcionar en toda la red, este lunes (último dato disponible) eran 31, un 47,6% más, según los números provistos por esa empresa. A su vez, había 19 ascensores rotos, cuando el 31 de agosto eran 12.
La mayoría de esas escaleras que no funcionan no tienen día estimado de puesta en servicio, ya que to-
davía están en “revisión”. El resto se encuentra en uno de estos tres estados: cuatro están a una semana de volver a funcionar; cinco, con un período de reparación prolongado; y nueve tienen fecha programada de reapertura para dentro de dos o tres meses.
Los casos más preocupantes son los de San Pedrito y Juan Manuel de Rosas, cabeceras de la línea A y la B respectivamente: la primera tiene dos escaleras mecánicas fuera de servicio, mientras que en la segunda son tres. A su vez, en la estación Echeverría, la segunda más profun
da de la red (23,7 metros; la primera es Corrientes, de la H), tres escaleras mecánicas tienen fecha prevista de funcionamiento para el 30 de abril.
Sin embargo, desde SBASE insisten en que “sólo en recambio de escaleras obsoletas, llevamos invertidos $ 82 millones, y vamos a continuar con las inversiones para lograr mayor accesibilidad en una red que, en algunos casos como la línea A, llega a más de 100 años de antigüedad”.
La ONG Acceso Ya viene siguiendo los devenires de la Justicia en estos temas y hasta se incorporó como coactor en el juicio. “Además de que no se hacen las obras en las estaciones inaccesibles (el 66%) de la red, en las paradas accesibles los medios de elevación funcionan de forma irregular -señala su coordinadora, Josefina Macías-. Esto excluye a las personas con movilidad reducida”.
La causa se remonta a varios años. Todo comenzó por un recurso de
amparo presentado por Gustavo Fernández, que tiene un local de reparación de celulares en la Galería Sur, debajo del Obelisco. En diciembre de 2016 inició la acción legal porque, denunció, no puede acceder a su lugar de trabajo por sus propios medios
y debe pagarles a dos personas para que lo ayuden a entrar y salir.
En marzo del año pasado, Gallardo otorgó una medida cautelar en la que, entre otros puntos, le ordenó a Metrovías instalar un “tótem de asistencia”, dispositivo en accesos y andenes destinado a asistir a personas con movilidad reducida. Eso, hasta que “culminen las obras” que garanticen la accesibilidad de la red.
Metrovías y SBASE apelaron ese fallo dos meses más tarde. Pero los camaristas Esteban Centanaro y Carlos Balbín rechazaron el recurso y dictaron una cautelar en la que ordenaron que, mientras la Justicia resolvía si se sumaba más infraestructura accesible en las estaciones, al menos se repararan las escaleras mecánicas y ascensores fuera de servicio. Además, obligaron a Metrovías a que difundiera el estado actualizado de esos medios de ingreso y egreso a las estaciones.
El funcionamiento de ascensores y escaleras mecánicas es uno de los principales motivos de queja de los usuarios de subte. Y los últimos aumentos en la tarifa no solucionaron hasta ahora el problema, en un contexto en el que aún falta resolver el futuro de la concesión del servicio, que vence este año. ■