Maduro recibe críticas del Papa y dice que la comida de EE.UU. está envenenada
Fue en una carta enviada por Francisco luego de que el líder chavista pidiera su mediación. En el texto, filtrado a la prensa, el pontífice evita llamar al venezolano “señor presidente”.
En una carta privada, Francisco lo acusó de haber hecho fallar otras mediaciones suyas en Venezuela por incumplir su palabra. Además, la vicepresidenta Delcy Rodríguez rechazó la ayuda alimentaria de Donald Trump diciendo que “produce cáncer y está envenenada”.
El principal diario de Italia, el Corriere della Sera de Milán, reveló ayer el contenido de la carta secreta del Papa Francisco en respuesta al pedido de mediación que le había dirigido el presidente venezolano Nicolás Maduro unas semanas atrás. Son dos carillas y media con la firma de Francisco plenas de prudencia y reproches al “señor Maduro”, evitando incluso darle el título de presidente.
En su texto, Jorge Bergoglio no le concede mucho al líder chavista al recordar los repetidos intentos del gobierno venezolano en el pasado pidiendo mediaciones al Vaticano “y cumplidos por la Santa Sede”.
“Los hubo para intentar dar una salida a la crisis venezolana. Por desgracia, todos (los intentos) se interrumpieron porque lo que había sido acordado en las reuniones no fue seguido por gestos concretos para realizar el acuerdo. Y las palabras parecían deslegitimar los buenos propósitos que habían sido puestos por escrito”, escribió el Pontífice describiendo los hechos.
El columnista Massimo Franco, autor de la primicia en el prestigioso diario milanés, afirma que “el sentido es claro”. Dice el periodista: “Maduro ha buscado el diálogo utilizando la pantalla vaticana para después desatender los compromisos tomados. Y el Papa se lo hace presente”.
El pontífice argentino afirma que siempre ha estado a favor de una mediación. “Pero no de cualquier diálogo -aclara-, sino de aquel que se emprende cuando las diferentes partes en conflicto ponen el bien común por encima de cualquier otro interés y trabajan por la unidad y la paz.”
Bergoglio detalla el rol que jugó la Santa Sede en esos procesos junto con los obispos venezolanos, tanto “como garante y a pedido de las partes” en una fase inicial, a fines de 2016. “Era un esfuerzo para volver a emerger de la crisis en un modo pacífico e institucional, a través de la tratativa entre el gobierno de Maduro y la mesa de la Unidad Democrática (la oposición), con una serie de condiciones a satifacer”.
En una carta del 1 diciembre de 2016, “la Santa Sede señaló claramente los presupuestos para que el diálogo fuera posible”. Esos requisitos “y otros que se agregaron por la situación”, escribe el Papa, “son más que necesarios”.
Según el columnista Franco, del texto de la carta pontificia difundida ahora “emerge la desilusión por el cual los intentos fueron frustrados por la resistencia sorda del régimen de Maduro y la realidad de una oposición venezolana dividida y confusa”.
El contenido de la carta del Papa, fechada 7 de febrero, “es sin embargo cauto”. “La prudencia de Francisco parece responder a la voluntad de mantener una posición intermedia entre Estados Unidos y Europa, favorables al reconocimiento del jefe de la Asamblea Legislativa, Juan Guaidó como presidente ad interim, proclamado durante una manifestación en la calle el 23 de enero en Caracas”, agrega el periodista Franco, que parece moverse en sus juicios con la seguridad de una fuente segura, que es la que le dio una copia de la carta secreta, filtrando el texto papal a la prensa.
Por desgracia, todos los intentos se interrumpieron porque lo que había sido acordado en las reuniones no fue seguido por gestos concretos”.
Papa Francisco
“La actual situación es dramática y cualquier mediación arriesga aparecer fuera del tiempo máximo”, escribe el columnista del Corriere della Sera de Milán
En el final de la carta, el Papa explica a Maduro que lo “inquieta profundamente la situación” y que está preocupado “por el sufrimiento del noble pueblo venezolano, que no parece tener fin”. Según Massimo Franco, se trata de la última mano generosa y a la vez prudente, tendida para que el régimen de Nicolás Maduro pueda aferrarse.
El chavista había pedido la intervención del Papa a inicios de enero, cuando una cascada de países comenzaron a reconocer a Juan Guaidó como presidente interino. “He enviado una carta al Papa Francisco (....) diciendo que yo estoy al servicio de la causa de Cristo. Y con este espíritu le he pedido ayuda en un proceso de facilitación y de reforzamiento del diálogo”. Ahora ha llegado la réplica del jefe del Vaticano. ■