Brasileños que estudian medicina gratis en La Plata
Este año hubo casi 4.000 inscriptos y 1 de cada 5 es de Brasil. La calidad académica, la gratuidad del sistema y la devaluación que abarató costos explican el fenómeno.
Cada año llegan más jóvenes de Brasil, que eligen estudiar medicina en la Universidad de La Plata. Este año se inscribieron más de 800 atraídos por la calidad académica, porque no hay examen de ingreso y por el sistema gratuito, una ventaja que se agigantó con la devaluación. La tendencia de los estudiantes extranjeros se repite en otras universidades del país. Uno de cada siete universitarios viene del exterior y la mitad son brasileños.
Los indicadores muestran un crecimiento constante y el fenómeno contiene argumentos variados. Cada año vienen más brasileños a estudiar Medicina a la Universidad Nacional de La Plata (UNLP). A principios de 2018 los jóvenes que llegaron de ese país representaron la mitad de todos los extranjeros que se anotaron en esa facultad. Y ahora la proporción volvió a crecer. Tanto que uno de cada cinco del total de alumnos inscriptos es brasileño.
Este año, Medicina registró 3.992 inscriptos, allá por diciembre pasado, y de ese total 1.394 tenían documentación de otras naciones. Pero la prevalencia del gigante vecino resultó avasallante: 840. Es decir, el 60% son de Brasil.
La calidad académica, la gratuidad del sistema, la devaluación del peso que abarata la estadía y los altísimos costos de la formación en otros países son los factores que explican este aluvión de muchachos que vienen con su idioma portugués a mezclarse con estudiantes argentinos.
Y también, aunque en proporciones menores, con aspirantes a médicos llegados de Colombia (200 anotados); Perú (88); Chile (69) y Venezuela (66). El resto (133) entran en la categoría “otros países” , según el último registro del Centro Superior para el Procesamiento de Información (Cespi) de la universidad platense.
La llegada masiva de ingresantes cariocas obligó a las autoridades académicas a establecer nuevos requisitos. Desde el ciclo 2019, Medicina exige la aprobación de una reválida de idioma. Es que muchos alumnos atravesaban dificultades para entender conceptos y cuestiones técnicas por la barrera lingüística.
El Consejo Superior estableció la obligatoriedad de presentar una prueba CELU (Certificado de Español Lengua y Uso) que confiere el Ministerio de Educación de la Nación y que tiene un costo de 1.500 pesos. O el SIELE (Servicio Internacional de Evaluación de la Lengua Española) que requiere el pago de 150 dólares.
Juan Basualdo, decano de Medicina de la UNLP cree que la atracción pasa por lo académico: “La UNLP está entre las 500 mejores del mundo en un ranking de 24 mil universidades y es la segunda más importante del país. Por eso vienen”, dijo.
Otro factor: hace dos años, la unidad académica dejó de exigir el duro examen de ingreso y ahora el acceso a las aulas es irrestricto. Por eso, de 1.300 anotados en 2017 se pasó a 3.000 en 2018 y a 3.992 este año. Y por supuesto, los extranjeros subieron en igual proporción.
“Estaba en la UBA y me vine a La Plata porque me gustó más la ciudad. Es más amigable, más barata y me siento más cómoda”, contó a Clarín Sabrina Durante (19), nacida en San Pablo. “El ingreso al sistema universitario en Brasil es casi imposible. Hay que realizar un curso de un año a privadas y públicas. Además de los costos. Vivir en esta ciudad resulta más económico que en Buenos Aires”, agregó María Rocha (22), de la ciudad de Aparecida, en San Pablo.
En el recreo de una de las clases del curso de apoyo que comenzó hace una semana, Elías Casteller (25), que viajó desde Turbo, un pueblo del estado de Santa Catarina, se anima a anticipar: “Cuando me reciba voy a ejercer en este país. Estoy muy cómodo y nos recibieron con afecto. Quiero devolver lo que me están dando”.
Elías comparte vivienda con un colombiano, un venezolano y un argentino. “Así resulta más económico. En mi país hay mucha desigualdad. Solo los ricos llegan a estudios superiores”, contó el joven.
Izabella Matos (23) vino hace dos años y cuenta los motivos de la decisión: “El ingreso a las universidades públicas es muy rígido. Los egresados de la escuela pública tienen cupos, aun luego de aprobar el examen obligatorio que deben hacer todos los secundarios”. Ella superó esa prueba pero luego no tuvo lugar en una estadual. Y no tenía recursos para pagar la matrícula. Entonces optó por la variante platense. “Es difícil porque estoy lejos de los afectos, pero el esfuerzo vale la pena”, resume la estudiante.
A los pocos minutos vuelven a su comisión. La Facultad preparó 82 alumnos-tutores, entre estudiantes avanzados de 4to y 5to año para acompañar a los ingresantes en el trayecto inicial de la carera. “Pudimos organizar la infraestructura de la facultad para que todos cursen en forma ordenada. No hubo dificultades para resolver la masividad”, aseguró el decano Basualdo.
Si bien el número impresiona en La Plata, el aluvión de estudiantes brasileños no es un suceso exclusivo de esa universidad. Medicina resulta un atractivo en casi todo el país. Según las estadísticas 2018 del Ministerio de Educación de la Nación, uno de cada 7 estudiantes de medicina tiene documentación de otra nación. Y los de Brasil son más de la mitad: 6.721, de los 12.240 estudiantes internacionales que tienen las carreras en casas de estudios superiores. Uno de cada siete representa un índice que cuatriplica la media del sistema en todo el país: apenas uno de cada 32 estudiantes universitarios (abarca todas las carreras) es extranjero.
En el rectorado no sorprende el “efecto Brasil”. Según el secretario General de la UNLP, Patricio Lorente, “la universidad tiene una tradición de recibir estudiantes extranjeros, en particular de América Latina. Y la carrera de Medicina siempre ha sido una de las más demandadas. La política de inclusión y de puertas abiertas es eficaz para favorecer las relaciones internacionales”.
“Nosotros recibimos con los brazos abiertos a los compañeros de otros países. Enriquece la universidad pública y significa que tenemos educación de calidad”, dijo a Clarín el presidente del Centro de Estudiantes de Medicina, Imanol Ortiz. ■