La magia de Serú Girán en el Teatro Colón
Las tres voces del mítico grupo volvieron a reunirse. Música, mística y ovación en una sala maravillosa.
Tres de los cuatro integrantes de la gran banda del rock nacional se reunieron por sorpresa. Pedro Aznar celebraba sus 35 años de carrera y aparecieron como invitados Charly García y David Lebón. Cantaron dos canciones y sobró la emoción.
“Yo canto para alcanzarte atravesando todo el azul”, comenzó a cantar David Lebón los primeros versos de “A cada hombre, a cada mujer” de Serú Girán. Dio paso así a un momento inolvidable, anoche en el Teatro Colón: el reencuentro en el escenario de Lebón, Charly García y Pedro Aznar. Se producía así una nueva unión de las voces de Serú Girán, uno de los grupos que marcó época en el rock nacional y en la música popular de nuestro país.
Todo ocurrió en el marco del Festival Únicos que también recibió anoche a Gustavo Santaolalla y que, además, cuenta con Luciano Pereyra, la princesa del crossover Katherine Jenkins y el próximo “Abrazo del tan- go y el flamenco” (allí estarán los españoles Miguel Poveda y Antonio Carmona, y los argentinos Ariel Ardit y Guillermo Fernández).
Pedro Aznar había prometido “una sorpresa” para su recital “Resonancias” en el Colón, en la que repasaba los 35 años de su trayectoria. “Una sorpresa total. Será una noche especial que conjuga la retrospectiva, el cierre de la gira y un lugar especial, emblemático”, dijo Aznar, poco antes de su presentación. También apuntó que su relación con el Colón, en reali- dad, había arrancado dos décadas atrás, cuando participó en el homenaje a Borges.
El recital de Aznar comenzó ayer con “La Paz”, un tema que forma parte de su álbum “Aznar canta Brasil”. Y luego llegarían las sorpresas. Charly, al piano, se integró a Aznar con un clásico de Sui Generis: “Confesiones de invierno”. Y con Lebón revivieron uno de los temas que integró Serú 92, el quinto y último álbum de estudio del legendario grupo: “A cada hombre, a cada mujer”. El público los ova- cionó . Y luego sería la continuidad del recital solista de Pedro Aznar (quien también tuvo un momento para compartir con Lila Downs, la protagonista de la velada anterior). Hubo bromas, hubo un Lebón que “masajeó” los hombros de Charly, hubo un Aznar que preguntó al guitarrista si no quería “armar una banda”. Y hubo, una vez más, esa magia que hace poco más de cuatro décadas empezaba a envolver la unión artística y personal que tanto le dio a la música popular argentina.
En julio del año pasado, se habían celebrado las cuatro décadas del debut oficial de la banda -que tenía a Oscar Moro en batería, fallecido en 1986en el Luna Park, durante un festival llamado “de la Genética Humana” (allí apenas alcanzaron a tocar tres temas). Pero meses más tarde, el grupo se consolidaría como el más popular de la época y temas como “Eiti Leda”, “Seminare”, “Peperina” o “La grasa de las capitales” lo elevaban en el podio de los mejores, los más populares, los más creativos y convocantes. “Serú Girán” fue el título del primer álbum, de 1978, en el que ya deslumbraban temas como “Eiti Leda”. Charly venía de la consagración con Sui Generis y la experiencia de La Máquina de Hacer Pájaros, pero ya había realizado sus primeras incursiones con Lebón en Brasil. Aznar asomaba como un estudioso, un creativo, un músico promisorio.
El resto es historia conocida, cinco discos, recitales multitudinarios (uno en el predio de La Rural, en 1980) y pasajes de música inolvidable hasta la separación en 1982.
Aznar procuró -y consiguió- recuperar parte de aquella mística, con la convocatoria a sus ex compañeros. Y su recital “Resonancia” se prolongó anoche en el Teatro Colón con casi una decena de canciones. Y nada ya habría de desalojar de las retinas y los oídos de los espectadores que colmaron el teatro aquel momento único, que guardarán por siempre. ■