Buscan recuperar el Pabellón Centenario, único edificio en pie de los festejos de 1910
Está en Bullrich y Cerviño, tapado por un hipermercado, inaccesible para el público y en mal estado. Lanzaron un concurso de proyectos para restaurarlo y abrirlo.
El Pabellón del Centenario de Palermo es el único edificio de los 35 que se construyeron para celebrar los 100 años de la Revolución de Mayo que sobrevive. Y es Monumento Histórico Nacional desde 2010. Sin embargo, está casi escondido, detrás del hipermercado que queda en avenida Bullrich y Cerviño. Lo que se puede ver de él es la estructura, en buena parte, en ruinas. En 2017, en el marco del proyecto para la venta de los terrenos públicos en los que se ubica el Pabellón, se puso en danza un plan para recuperarlo. Una ley lo respaldó el año pasado. Y ahora la Sociedad Central de Arquitectos lanzó el con- curso nacional “Pabellón del Centenario y su entorno”. Desde esa institución explican: “Los proyectos deberán considerarlo como única preexistencia para recuperar, refuncionalizar e integrar a la Ciudad, con el objetivo de garantizar su visibilidad y accesibilidad universal. La meta es articular el pasado y el presente con una propuesta de usos mixtos, que refleje la adaptación de la ciudad heredada a las necesidades actuales”.
¿Dónde está el Pabellón? A dos cuadras de Libertador, cerca del cruce de Santa Fe y Juan B. Justo. Un lugar muy transitado, en el que la construcción igual no se divisa fácilmente.
Sucede que el edificio quedó atrás del estacionamiento del hipermercado, pegado a la rampa de acceso para camiones. Invisible. Para “redescubrirlo” en parte, hay que subir a la terraza del centro comercial, ir hasta el fondo y mirar hacia la izquierda.
El Pabellón es un tesoro. Obra del arquitecto italiano Virginio Colombo, uno de los principales referentes de las construcciones con impronta Art Nouveau en la Ciudad (diseñó la Casa de los Pavos Reales y la Calise, entre otras maravillas porteñas), tenía un globo terráqueo y esculturas que ya desaparecieron. Columnas. Mascarones femeninos. Decoración con motivos florales.
Sin embargo, lo que impera cuando se lo puede ver es la estructura desgastada, con vidrios rotos, grietas y yuyos. Todo según datos de la Comisión Nacional de Monumentos, de Lugares y de Bienes Históricos.
No es casual. La última obra realizada en el Pabellón fue en 1996 sobre la fachada. Y para los festejos del Bicentenario, en 2010, ya se había perdido la parte superior, abovedada.
El 8 de noviembre del año pasado, la Legislatura porteña votó la recuperación del Pabellón, con 32 votos afirmativos, 14 negativos y 7 abstenciones. La iniciativa había sido apoyada ya en diciembre de 2017 y debió pasar por audiencia pública antes de obtener ese aval definitivo.
El predio donde se encuentra pertenece al Estado Nacional y está concesionado al espacio comercial desde 1994. El permiso, indicaron en la
Sociedad Central de Arquitectos, finaliza en 2024.
Clarín también lo había informado. En la ley aprobada, se estableció el convenio entre la Agencia de Administración de Bienes del Estado y la Ciudad. Así el Estado nacional cede más de dos hectáreas al porteño para su desarrollo y revalorización. Además, se modifican las normas urbanísticas del predio, cuyo 60% se encuentra ocupado por el hipermercado. “El 65% del terreno estará destinado a la creación de espacios públi
cos, mientras que en el 35% restante, al desarrollo urbano”, explicaron en la Comisión de Planeamiento Urbano al presentar la iniciativa.
Ahora, con el concurso organizado por la Sociedad Central de Arquitectos, hay más precisiones sobre el plan para el Pabellón. El objetivo del certamen, recalcan desde esa institución, es “integrar los fragmentos del predio y buscar soluciones para el área, contemplando usos turísticos, residenciales y comerciales”.
“Hoy podemos impulsar la cesión de nuevos espacios verdes y dar la oportunidad de poner en valor el emblemático Pabellón del Centenario.
El desafío de este proyecto urbano será lograr la conjunción entre lo nuevo
y lo histórico poniendo en valor el patrimonio histórico existente”, resumió Ramón Lanús, presidente de la Agencia de Administración de Bienes del Estado.
El concurso de la Sociedad Central de Arquitectos estará vigente hasta
el 15 de abril, fecha de cierre para la recepción de proyectos. El 22 de ese mismo mes fallará el jurado y el 23 se hará la apertura de sobres. El primer premio se llevará $ 500.000; el segundo, $ 200.000 y el tercero, $ 100.000. Es impulsado por la Agencia de Administración de Bienes del Estado, en su carácter de promotor, y cuenta con el auspicio del Gobierno de la Ciudad y de la Federación Argentina de Entidades de Arquitectos.
El edificio fue construido para funcionar como un pabellón para fiestas en la feria dedicada a la Ciencia
y la Tecnología, una de las cinco que se armaron en la Ciudad para celebrar el primer siglo de la Revolución de Mayo. La obra de Colombo impactó tanto que recibió una medalla de oro en un concurso por su calidad arquitectónica y su novedoso estilo. Otras ferias estuvieron en el predio de la Sociedad Rural y en lo que hoy es la Plaza San Martín, por entonces un descampado.
A diferencia de los otros pabellones, el de Palermo no fue demolido. Como quedaba dentro del predio del Regimiento de Patricios, durante mucho tiempo funcionó como una de las sedes donde se les hacía el control de salud a los conscriptos.
El edificio era la sede de la feria de la Ciencia y la Tecnología que se armó para las celebraciones.