Cayó un narco argentino que vivía a todo lujo en Bolivia
Estaba prófugo desde 2015. Lo detuvieron en Bolivia, donde utilizaba una identidad falsa. Creen que seguía manejando el tráfico de cocaína al país a través de avionetas.
A José Farfán (58) lo bautizaron el Chapo Guzmán del Cono Sur.
Para la carrera narco de José Miguel Farfán (58) la Justicia nunca fue un obstáculo. Aunque pisó varias veces los tribunales y llegó a ser condenado, siempre encontró una mano que le brindó impunidad. Así fue que logró mantenerse prófugo durante cuatro años y refugiarse en Bolivia, desde donde -según los investigadores- siguió manejando el tráfico de cocaína hacia el norte de Argentina. Su nombre volvió a ser noticia ayer, tras su detención en la ciudad boliviana de Santa Cruz de la Sierra. Usaba una identidad falsa y vivía en uno de los barrios más exclusivos. Lejos de ocultarse, se mostraba en público en una camioneta Hummer amarilla.
Farfán figuraba entre los prófugos más buscados de Argentina. El año pasado, el Gobierno había ofrecido una recompensa de 500 mil pesos a quienes brindaran información sobre su paradero. La sospecha era que se había refugiado en Bolivia, pero no había registros oficiales de su entrada al país. Finalmente, los investigadores llegaron hasta él a través del cotejo de datos y comunicaciones de su entorno familiar. Fue arrestado el miércoles a la noche, en un operativo conjunto realizado por Gendarmería y la Policía de Bolivia.
La historia del “Chapo Guzmán del cono sur”, según lo bautizó la ministra de Seguridad Patricia Bullrich, es un reflejo de la peor cara de la Justicia argentina. Su primera condena fue en 1999. Le dieron cinco años de prisión por narcotráfico. En 2003 fue beneficiado con una salida transitoria y nunca regresó a la cárcel.
En 2007, mientras estaba prófugo, y a través de intermediarios, negoció con un camarista federal de Salta Antonio Solá Torino el levantamiento de la captura nacional e internacional que pesaba sobre él a cambio del pago de una coima de 15.000 pesos. Según determinaron los investigadores, necesitaba ese trámite para viajar a España, donde debía cobrar en persona un embarque de cocaína que ya había llegado a destino.
Por ese caso, Solá Torino fue condenado en 2016 a seis años de cárcel y recibió una multa de 90 mil pesos, en un fallo inédito. Farfán fue declarado en rebeldía porque no se presentó a las audiencias del juicio, aunque para eso faltaban aún varios capítulos de ayudas judiciales.
Cinco años después de su primera fuga, Farfán fue recapturado por agentes de la Policía de Seguridad Aeroportuaria en la provincia de Tucumán. En 2010 fue excarcelado y en 2013 volvió a quedar involucrado en una investigación por narcotráfico, luego de que Gendarmería secuestrara 400 kilos de cocaína.
Los agentes a cargo de la investigación determinaron que la banda dueña del cargamento, liderada por Farfán, traía la droga desde Bolivia en avionetas y luego la trasladaba por tierra hasta Buenos Aires.
En 2014, el acusado fue detenido en un control vehicular realizado por Gendarmería. Según informaron fuentes del caso, los agentes se comunicaron con el Juzgado Federal de Orán, a cargo en ese momento de Raúl Reynoso, quien dispuso que fuera liberado. Fue la última vez que estuvo cerca de pasar tiempo en una celda. Un año más tarde fue declarado prófugo, luego de no presentarse a declarar en el juicio contra Solá Torino.
Farfán también está imputado en la causa que involucra al juez Reynoso, acusado de liderar una asociación ilícita que, desde el propio juzgado y con la intermediación de un grupo de abogados cercanos, cobraba coimas o dádivas para beneficiar con gestiones judiciales a narcotraficantes.
En este expediente, en el que interviene la Procuraduría de Narcocriminalidad (Procunar), se dio por acreditado que Reynoso lo había dejado en libertad previo pago del soborno y luego ordenó su detención, pero ya no se podía materializar, lo cual impidió avanzar en el proceso, indicaron a Télam fuentes judiciales.
Los investigadores están convencidos de que tras escapar de Argentina Farfán se instaló en Santa Cruz de la Sierra, donde usaba una cédula falsa con el nombre de Miguel Ángel Zalasar Yabi.
Desde allí, señalaron fuentes del caso, seguía manejando una banda que traficaba cocaína desde Bolivia hasta Argentina a través de avionetas. La droga era descargada en distintos puntos de la zona sur de Salta.
Finalmente, el narco fue detenido mientras se movilizaba con su hijo en una camioneta Suzuki Vitara. Ayer lo trasladaron a Salta, donde quedará alojado en la cárcel federal de Güemes. ■
En 2007 le pagó $ 15 mil a un camarista salteño para que le levantaran el pedido de captura.