Con gusto a poco Racing empató en Brasil
Pudo haberlo ganado el equipo de Coudet sobre todo por lo hecho en el primer tiempo. Luego se retrasó bastante y en una pelota parada Corinthians llegó al inmerecido 1 a 1 en el final.
Ganaba con un gol del debutante Ríos. Pero Corinthians le igualó a dos minutos del final por la Sudamericana.
Racing no fue a San Pablo con expectativas enormes. Se sabe desde adentro y se advierte desde afuera: la prioridad es la Superliga. Sin embargo, an- te Corinthians Racing consiguió un resultado valioso en la primera ronda de la Copa Sudamericana: 1-1, en territorio ajeno.
Un zurdazo cambió el rumbo del partido. Andrés Ríos ofreció el mejor de los remates en la noche de San Pablo. A los 23 minutos, frente al gigante paulista, el delantero -conocedor del fútbol brasileño- resolvió de mo- do impecable, luego de un mal rechazo de la defensa rival.
Así, Racing se ofreció vencedor en un primer tiempo complejo y, sobre todo, una necesidad: la de estar a la altura de una incomodidad. Era un partido incómodo para Racing el que tenía que enfrentar a Corinthians. Con el desafío que implica el lunes defender la punta del torneo ante Go- doy Cruz ahora que Defensa y Justicia igualó su línea, la intención de Eduardo Coudet fue poner un equipo alternativo para afrontar la Copa Sudamericana.
También Lisandro López tomó esa postura. Dijo Licha, líder, emblema: “Si fuese por mí, le meto fuerte a los partidos que quedan de la Superliga”. Pero ahora, La Academia necesita revertir la imagen y además dejar atrás el episodio conflictivo que protagonizó Centurión. Por esa razón el entrenador puso en cancha un mezcladito entre titulares y suplentes. Corresponde decirlo: ese detalle de nombres no cambió al Racing intenso que se suele ver.
El primer tramo fue una demostración de que este Racing puede tener varias caras. Incluso con ausencias en la formación inicial, con traumas de circunstancias recientes, con dificultades propias del momento decisivo. Se anima, va, intenta.
El equipo del Chacho administró un partido complicado con argumentos valiosos. Sin que todos sus componentes se conocieran estrictamente en sus funciones, se mostró como un equipo razonable. Es un síntoma: el plantel de Racing no es escueto. O, al menos, eso parece.
Hubo un detalle relevante más allá de cualquier observación: el Racing de la Sudamericana, más allá de los nombres, se pareció al Racing de la Superliga. Con destellos de equipo campeón, con oscuridades que ofrece dudas ocasionales (como en su presentación en el Monumental).
El segundo tiempo mostró a un Racing más austero. Con cierta lógica: sin sus intérpretes más capaces, retrocedió algunos metros. Cedió el campo de juego y también la pelota. Jugó más cerca de su área en nombre de recortar espacios y de sostener el cero. Y lo terminó pagando al final.
Por momentos, Racing logró mantener lejos a Corinthians. Con astucia, con intensidad. Pero falló en una de las últimas maniobras. Luego de una discutida falta, llegó un centro al área visitante, nadie respondió a la altura de la circunstancia y Gustavo - centrodelantero del equipo local- cabeceó de modo impecable e implacable- de pique al piso para el 1 a 1. Al encuentro no le quedaba casi nada. O nada. O mucho: toda la revancha que se avecina en Avellaneda.
Un detalle para interpretar lo sucedido y lo que viene: Mauro Boselli es el único argentino en el plantel del plantel brasileño. El ex goleador de Estudiantes fue suplente. No viene bien el Corinthians en su tierra. El fin de semana perdió 1-0 ante el humilde Novorizontino por el Torneo Paulista. Acumula 7 puntos en 6 fechas y por ahora no se está clasificando a la segunda etapa del torneo. Otro detalle cercano a los ojos argentinos: el paraguayo Angel Romero, hermano de Oscar, ex Racing, no jugó porque está en conflicto con los dirigentes por la renovación del contrato.
¿Estarán en el Cilindro el 27 de este mes? Se verá...
Hay una certeza: Racing arranca con una ventaja. O eso parece. ■