El Gobierno busca por ley que el Banco Central sea más independiente
Mandarán un proyecto al Congreso para cambiar la Carta Orgánica. Es un pedido del FMI.
Ayer, en la Casa de Gobierno, el viceministro de Hacienda, Miguel Braun, informó que el Gobierno está trabajando en un proyecto de ley para reformar la Carta Orgánica del Banco Central. Detrás de este anuncio está un compromiso asumido con el FMI: evitar que la autoridad monetaria si- ga financiando los desequilibrios del Tesoro. Según le dijo el funcionario a la prensa, el texto será enviado al Congreso en las próximas semanas, “cuando abran las sesiones ordinarias”. La versión oficial es que con este cambio buscan darle “más independencia” al Central.
En el acuerdo firmado el año pasado con el FMI se establecía que se reformaría la Carta Orgánica de la entidad hoy conducida por Guido Sandleris para suspender el financiamiento del Banco Central al Tesoro. Desde el Gobierno saben que las chances de que el proyecto sea aprobado este año son bajas, pero aún así cumplirán con la letra del acuerdo que establecía que el texto llegaría al Congreso antes del fin de marzo.
El lunes pasado llegó a Buenos Aires el encargado del caso argentino en el FMI, el italiano Roberto Cardarelli, que comenzó una ronda de reuniones con funcionarios y dirigentes de la oposición para revisar las cuentas públicas y tomar el pulso de la situación política. Para marzo está previsto que el FMI haga un nuevo desembolso por US$ 10.500 millones.
Con este cambio en la Carta Orgánica en el que ya están trabajando técnicos del FMI y del equipo económico se busca suspender el financiamiento del Banco Central al Tesoro y solo habilitarlo en situaciones de excepcionalidad.
Aunque se descuenta que el peronismo buscará frenarlo, si el proyecto prospera el Central ya no podrá efectuar adelantos transitorios ni transferir utilidades.
Estas operaciones fueron moneda corriente durante el kirchnerismo, que encontraba en esta vía la forma para hacerse de fondos ante la imposibilidad de salir a colocar deuda entre el sector privado.
Durante la gestión de Cambiemos esas transferencias se fueron limitando y se cortaron desde que se puso en marcha el nuevo programa monetario, el 1 de octubre pasado.
Braun se reunió con la delegación del FMI el lunes pasado en el Banco Central. Con Gustavo Cañonero, vicepresidente del Central, como anfitrión, Braun actuó como representante del Palacio de Hacienda en el encuentro, del que también partici-
pó el delegado del FMI en Argentina, Trevor Alleyne. En esa reunión y al repasar los temas pendientes que figuraban en el acuerdo, resurgió el asunto de la modificación de la Carta Orgánica.
Aquella carta de intención con el FMI se firmó en junio del año pasado en un escenario muy diferente al actual. Fue cuando se pactó que el FMI le prestaría US$ 50.000 millones a la Argentina. Todavía había expectativas de que el país alcanzara un leve crecimiento en 2018 con una recuperación más robusta en 2019. Ahora el panorama es otro, con recesión de 2,5% en el año que terminó y una proyección de caída en torno a 1,2% para 2019. En el medio se reformularon las metas del acuerdo y se pactó que el déficit cero llegaría este año y no en 2020, como se había planeado originalmente. En el nuevo esquema se acordó llevar a cero la expansión monetaria y se fijó una zona de no intervención para el dólar. En ese escenario el Central cortó con el financiamiento al Tesoro.
Tanto desde el Central como desde el Palacio de Hacienda enfatizan en que el eje del proyecto es “darle más autonomía” al Central. ■