Una muerte dudosa en medio de la investigación por corrupción en IOMA
Tornati estuvo detenida, junto a su ex marido, por fraude a la obra social con internaciones truchas.
Sorpresa. Duda. En ese orden, la comunidad del IOMA central, de la calle 46 de La Plata, incluidos los directores de área, procesa la noticia de la presunta caída desde un balcón de edificio en la ciudad de Miami de Silvina Tornati, de 47 años.
La mujer había sido detenida en 2016, en una causa de internaciones domiciliarias truchas en perjuicio de la obra social. Este expediente es sólo un ducto de corrupción con prácticas médicas y asistenciales que, según el gobierno de María Eugenia Vidal, consumió más de mil millones de pesos en la administración de Daniel Scioli.
Es la causa N° 21 de la fiscalía N° 8 de Jorge Paolini. Reúne auditorías que detectaron irregularidades en prestaciones en ocho áreas: medicamentos, internación domiciliaria, prótesis, atención en clínicas, compra de insumos y tratamientos. Tornati componía una trama de esa corrupción denunciada. Hace casi tres años, la Justicia había ordenado su detención y la de su ex marido, el médico Julio Alberto Tamburelli. Hasta entonces, ambos eran responsables de la empresa Flonic SRL, en Tandil. La imputación era por fraude en prejuicio de la administración pública.
El IOMA, con 2 millones de afiliados y la entidad prestacional más importante de la Provincia, es un filón millonario. Considerado por mucho tiempo como una caja política. Hasta el ex presidente del organismo, Antonio La Scaleia, integra la larga lista de procesados. El ex funcionario está asociado a las sospechas de la Justicia sobre el financiamiento político en la gestión anterior. Es el registro de la causa tramitada por el fiscal Alvaro Garganta contra Scioli.
En sus últimas horas Silvia Tornati aparece en Miami en imágenes de red social. Tamburelli, el otro investigado estaría afincado en Italia, trascendió. Fue encontrada el sábado, aplastado el perfil sobre la vereda. ¿Fue caída accidental? La presunción recién toma cuerpo. El fiscal Paolini deberá revisar cómo continúa sus argumentos. El ex matrimonio "en su calidad de socios de la firma Flonic mediante la presentación de documentación falsa, daba cuenta de la prestación de un servicio de internación para la afiliada María Luisa Sánchez, que nunca se llevó acabo ni tampoco había sido solicitado por la paciente”. Es parte del auto de procesamiento y posterior detención. Por esa prestación falsa, en 2014, la empresa había recibido 58 mil pesos por parte de IOMA.
Tornati y su ex marido –según los cargos- participaron en al menos 15 de los 65 casos de defraudación con internaciones que se investigan. A la paciente Sánchez pasaron prestación trucha por “Médico, cuatro veces por semana; Enfermería; Cuidador Domiciliario de 16 horas diarias; Kinesioterapia, doce sesiones por mes; Fisioterapia; Kinesioterapia respiratoria, doce sesiones por mes; Cama colchón anti escara con nebulización y aspiraciones".
“Le tomamos la declaración testimonial al kinesiólogo, a la enfermera. Se estudiaron las escrituras, se peritaron las firmas y se determinó que las rúbricas que presentó la acusada no coincidían con las de los empleados, que dijeron que nunca habían atendido a la afiliada. Con esa documentación falsa se presentaban en el IOMA y cobraban”, explica Paolini.
Tornati no habría podido refutar esos dichos hace dos años. Y a fines de 2018 se trasladó a Miami. ■