Funcionarios en México: ¿son idóneos o son amigos?
Día tras día, crecen las acusaciones por supuesto amiguismo en la elección de funcionarios para el gobierno de México encabezado por el presidente Andrés Manuel López Obrador, quien asumió su cargo en diciembre.
La polémica crece por el perfil profesional de varios directivos del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) que preside María Elena Álvarez Buylla, quien ganó en 2017 el Premio Nacional de Ciencias. Fue el caso de David Ledesma, subdirector de comunicaciones del Conacyt, quien no terminó sus estudios de licenciatura. Lo mismo ocurrió con Edith Arrieta, de la Comisión Intersecretarial de Bioseguridad y Organismos Genéticamente Modificados (Cibiogem), que tiene un diploma en diseño de modas. Ambos renunciaron, pero nadie sabe qué pasará con María Chávez, titular de la secretaría administrativa del Fondo Sectorial del Conacyt, quien solo tiene estudios de escuela secundaria.
El presidente mexicano López Obrador dijo ayer que “en todo el gobierno se busca que no haya ninguna anomalía. No se va a tolerar corrupción, amiguismo o nepotismo, son lacras de la política”. No obstante, estos casos se suman a otros ya conocidos desde 2018.
Se recuerda el caso de Alejandro Gertz, elegido como titular de la Fiscalía General de la República. Varios partidos políticos calificaron a Gertz de “fiscal amigo del gobierno”. En el ámbito de los tribunales, se criticó la terna de candidatos para jueces de la Corte Suprema que López Obrador envió al Senado. Y la elección de Arturo Zaldívar como presidente de la Corte alarmó, por su supuesta afinidad con el presidente.
El investigador Ricardo Alvarado, del grupo Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad, explicó a la agencia EFE que esta situación se debe a una “política de botín” que premia con cargos a amigos o a quienes ayudaron a lograr la victoria electoral. En algunos puestos técnicos se ubica a gente con un perfil poco claro. Hubo críticas cuando se reformó la ley para que Paco Ignacio Taibo, el escritor español naturalizado mexicano en 1984, asumiera la dirección de la editorial estatal Fondo de Cultura Económica. Los críticos dicen que en el gobierno de López Obrador el escándalo fue mayor, por el discurso moralizador típico de este gobierno. ■