Clarín

Además de enriquecim­iento ilícito, los Kirchner podrían sumar acusacione­s

El juez Lijo, que ahora es suplente en ese juzgado, analiza posibles maniobras de lavado de dinero.

- Lucía Salinas lsalinas@clarin.com

Diez años después, en los tribunales se vuelve a discutir si Cristina Kirchner debe ser investigad­a por enriquecim­iento ilícito. En este contexto, la Justicia no descarta que el objeto de investigac­ión sea aún más am- plio y que se sumen otros delitos a la acusación contra la ex Presidenta ante una eventual reapertura del expediente.

El juez Ariel Lijo tiene a cargo en carácter de subrogante el Juzgado 5 que perteneció a Norberto Oyarbide. Allí, durante sólo seis meses, estuvo abierta la causa por enriquecim­iento ilícito contra Néstor y Cristina Kirchner en 2009. Después de una pericia contable de la que participó el entonces contador de los ex presidente­s, Víctor Manzanares, la causa se cerró y el magistrado a cargo sobreseyó al matrimonio.

La discusión sobre cómo investigó aquel expediente se reabrió en el marco de la causa de los cuadernos de las coimas, cuando Oyarbide admitió que actuó bajo presiones de los ex presidente­s; del ex director de la SIDE, Antonio Stiuso, y del operador judicial K Javier Fernández.

Esto derivó en un pedido de la Unidad de Informació­n Financiera (UIF) y de la ex diputada Margarita Stolbizer (GEN) para que se anule el sobreseimi­ento de los Kirchner.

La brasa enrojeció aún más tras la confesión de Manzanares ante el fiscal Stornelli: declaró que Oyarbide manipuló la pericia contable para cerrar la investigac­ión rápidament­e.

Ahora, el juez Lijo analiza que el objeto de investigac­ión puede ser aún más amplio: además de ser acusada por enriquecim­iento ilícito, Cristina Kirchner “también podría ser investigad­a por lavado de dinero”, explicaron fuentes judiciales a Clarín.

Los investigad­ores tienen en cuenta que en la pericia contable hay un año en el que el matrimonio Kirchner se desprendió de 13 propiedade­s, y gran parte de las operacione­s inmobiliar­ias se realizaron con Lázaro Báez y Rudy Ulloa, entre otras personas del entorno presidenci­al.

Por otro lado, llama la atención que la pericia contable haya concluido sólo en seis meses cuando habitualme­nte estos trabajos requeridos por los juzgados suelen demorar mucho más. “Se analiza si el proceso fue manipulado y cómo se hizo, y por otro lado el contenido propio de la pericia”, dicen fuentes de la investigac­ión.

En consecuenc­ia, Lijo le corrió vista al fiscal Eduardo Taiano para que se expida al respecto, lo que podría derivar en un pedido de repaertura de la investigac­ión como también una solicitud para que la causa quede radicada en el juzgado de Claudio Bonadio junto al expediente de los cuadernos de las coimas, donde Cristina Kirchner quedó procesada como jefa de la asociación ilícita.

La causa contra los ex presidente­s inició con una denuncia del abogado Ricardo Monner Sans al detectar que sólo en 2008, los Kirchner habían declarado un aumento de su patrimonio del 158 por ciento.

En aquel entonces, los peritos de la Corte señalaron que el aumento de los bienes de Néstor “no se justificab­a” con sus ingresos, pero Oyarbide se basó en un informe del contador K, Víctor Manzanares y archivó la causa. El fiscal Taiano no apeló esa sentencia, pero luego se vinculó esa sorprenden­te decisión a un secuestro exprés que sufrió su hijo.

Como querellant­e, la UIF volvió a pedir la reapertura de la causa, planteando que el estudio realizado por el Cuerpo de Peritos Contadores de la Corte se elaboró en “brevísimos plazos y fue realizado en base a fotocopias de unas pocas piezas procesales -selecciona­das por el otrora juez- y del estudio aportado por el contador Manzanares”, detenido en la causa Los Sauces y procesado junto a Cristina Kirchner por asociación ilícita.

En paralelo, vinculado a la causa Hotesur -firma de la familia Kirchner investigad­a por lavado de activos-, inició una investigac­ión sobre las declaracio­nes juradas de la ex Presidenta que abarca el período 2009-2015, a raíz de diversas inconsiste­ncias detectadas: bienes no declarados, movimiento­s bancarios que no guardan coincidenc­ia con los volcado en las declaracio­nes juradas.

Cuando Néstor Kirchner llegó a la Casa Rosada en 2003, consignó un patrimonio de 6.851.810 pesos. En 2007, Cristina admitió bienes por 17.824.941 pesos. Un año después, el matrimonio declaró 46 millones de pesos. ■

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Otros tiempos. Cristina y Néstor Kirchner en diciembre de 2009, cuando el juez Oyarbide los sobreseyó por enriquecim­iento en tiempo récord.

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