Maduro afirma que su canciller se reunió con un enviado de Trump
El presidente Nicolás Maduro reveló ayer que su canciller se había reunido en secreto en Nueva York con el enviado especial de Estados Unidos para Venezuela, Elliot Abrams, incluso mientras el gobierno de Donald Trump respaldaba públicamente los esfuerzos de la oposición para que el líder chavista deje el poder.
En una entrevista con la agencia periodística AP, Maduro criticó la pos- tura beligerante de Trump hacia su gobierno, pero igualmente señaló que tiene la esperanza de sostener una reunión con el mandatario estadounidense para resolver una crisis derivada del reconocimiento que la Casa Blanca ha dado al opositor Juan Guaidó como el presidente interino de Venezuela.
Maduro dijo que, mientras estuvo en Nueva York, su canciller invitó a Abrams a que visite Venezuela “en privado, en público, en secreto”.
“Si quiere reunirse, que él diga cuándo, dónde y cómo, y yo voy”, afirmó Maduro sin proporcionar más detalles. Dijo que las dos reuniones en Nueva York se extendieron varias horas. Un alto funcionario en Washington, quien no estaba autorizado para hablar públicamente, dijo que las autoridades de Estados Unidos están dispuestas a reunirse con “ex funcionarios de Venezuela, incluido el propio Maduro, para discutir sus planes de salida”.
Venezuela ha ido sumiéndose cada vez más en un caos político desatado por la exigencia de EE.UU. y otros países de la región de que Maduro renuncie luego de haber iniciado un segundo mandato que Washington y sus aliados en Latinoamérica consideran ilegítimo.
Dos altos funcionarios venezolanos dijeron que las dos reuniones en- tre Abrams y el canciller Jorge Arreaza se produjeron a petición de Estados Unidos. La primera cita, el 26 de enero, fue descrita como hostil por los funcionarios, pues en ella el enviado estadounidense amenazó a Venezuela con el despliegue de tropas.
Cuando se reunieron nuevamente esta semana, el 11 de febrero, la atmósfera fue menos tensa, incluso aunque el encuentro se produjo cuatro días después de que Abrams hubiera declarado que “el momento para dialogar con Maduro ya pasó hace mucho”. El enviado especial de la Casa Blanca no dio señal de que su país estuviera dispuesto a retirar la demanda de que Maduro renuncie. Sin embargo, los venezolanos consideraron las reuniones como una señal de que hay cabida para el diálogo con los estadounidenses pese a la dura retórica que sale de Washington. ■