Fracasó la expedición que iba por el buque hundido del explorador
El hielo venció otra vez. Ahora, a la misión que buscaba en la Antártida al Endurance, la goleta épica del irlandés.
En noviembre de 1915, el buque británico Endurance, una goleta épica de tres mástiles, se encalló cuando se adentraba en el hielo de la Antártida. Al frente de la expedición estaba el célebre viajero británico Ernest Shackleton, quien logró sobrevivir junto a varios de sus hombres tras pasar dos años en el continente blanco. El navío, sin embargo, se terminó hundiendo a 3 mil metros de profundidad, en las aguas del Mar de Weddell. Es fabuloso el registro fotográfico de aquella aventura remota.
A principios de febrero de 2019, una expedición internacional partió a la Antártida en busca del buque hundido, que jamás fue hallado. Para eso, en el sofisticado buque científico sudafricano Agulhas II, montaron parte del equipo de ROVs sumergibles que hallaron al submarino ARA San Juan. La misión no solo buscaba al barco de Shackleton; también se proponía indagar en los efectos severos del cambio climático sobre la superficie helada y en las razones por las que que cada vez con mayor frecuen- cia se desprenden gigantes bloques de hielo desde el sur del Planeta.
Luego de dos semanas, después de analizar el impacto del calentamiento sobre uno de los mayores glaciares antárticos, la expedición científica puso rumbo hacia el lugar en el que esperaban encontrar el Endurance.
Al llegar al punto exacto, sumergieron un robot que debía trazar una cuadrícula del suelo marino y que marcaría el rumbo como avanzada de un segundo vehículo autónomo sumergible con el que pensaban fotografiar los restos del buque. De la misma forma, a fines de noviembre de 2018, estos aparatos hallaron el submarino hundido argentino.
Pero entonces, cuando todo avanzaba con normalidad, se produjo el hecho maldito. La esperanza de los investigadores se desvaneció a medida que las condiciones meteorológicas empeoraron: al igual que con el Endurance, ese mar bravío, ese mar de hielo, comenzó a detener el avance del Agulhas. Tras treinta horas monitorizando el descenso del robot a las profundidades, los científicos perdieron su rastro. Poco después, el S.A. Agulhas II quedó atrapado. Los líderes de la expedición abandonaron su objetivo y decidieron retornar al puerto de Ciudad del Cabo, donde hace menos de dos meses ese mismo buque fue fotografiado por Clarín.
“Estamos profundamente decep- cionados al ver que después de un esfuerzo tan grande y de superar varios contratiempos, no hemos podido encontrar el Endurance”, afirmó desde el rompehielos John Shears, geógrafo polar y uno de los líderes de la expedición.
"El AUV7 efectuó lo que se cree que es el más largo y profundo estudio bajo el hielo jamás realizado, de más de 30 horas de duración. No se sabe si capturó imágenes del Endurance en el lecho marino antes de que se perdiera el contacto", expresó Mensun Bound, el director general de la exploración. Agregó: "Como equipo esta- mos decepcionados de no haber tenido éxito en la búsqueda del Endurance. Shackleton antes que nosotros describió el cementerio del Endurance como 'la peor porción del peor mar del mundo'. Nuestros planes se vieron superados por ese mismo hielo, que se mueve rápido y por lo que Shackleton denominó 'las malvadas condiciones del mar de Weddell'". Bound remató: "Rendimos homenaje a los conocimientos de navegación de Frank Worsley, el capitán del Endurance, cuyos detallados registros fueron inestimables en nuestra búsqueda de la zona en que se perdió". ■