Defensa y Justicia ganó en La Plata
Con la fortuna de su lado, le sacó ventaja a Racing
Pura alegría. Los jugadores de Defensa se abrazan tras el gol en contra de Gimnasia.
Oficio, estrategia y una cuota de fortuna. También la utilización de la pe- lota como su herramienta esencial para llegar al objetivo. El único invicto de la Superliga y, hasta el lunes, también el puntero en soledad. Llegó al Bosque con la presión de sentirse por primera vez en la temporada un candidato al título y se fue de La Plata con la certeza de que su trabajo puede salir mejor o peor pero que el sistema está aceitado como lo preten- de su entrenador, Sebastián Beccacece. Este Defensa y Justicia sigue completando los ítems en ese formulario que se les presenta a los equipos que quieren ser campeones. Le ganó un partido muy trabajado a Gimnasia y en una semana tendrá su desafío más grande: recibirá a Boca para terminar de mostrarle a todos que es capaz de escribir una historia de gloria en el fútbol argentino.
En La Plata fue capaz de transformar una desgracia en algo positivo. Porque la lesión de Gastón Togni (uno de sus jugadores más desequilibrantes) debió abrir incógnitas. Pero en la primera jugada en la que participó Domingo Blanco, recién ingresado, terminó con el 1 a 0 a favor por ese insólito gol en contra de Guanini. Pero no fue solo eso: el mediocampista surgido de Independiente formó una dupla perfecta con Lolo Miranda en la mitad de la cancha. Y en eso está el gran mérito del puntero, porque aunque una falte una pieza no se altera el concepto general. Lo de Defensa se puede empezar a explicar desde el gran porcentaje de aciertos que tiene en los pases. Lo hace con precisión, con justeza, en el retroceso y también para salir desde el fondo con fines ofensivos. En ese rubro brilla Miranda pero lo acompañan Matías Rojas y también cada jugador que se suma a un circuito que suele terminar con desbordes de Rius.
Lo suyo resulta un abanico de estrategias que incluso lo lleva a adaptarse a las circunstancias. Juega suelto Defensa, con mucha convicción y no le teme a los partidos. Es capaz de ganar sobre la hora en fechas consecutivas yendo hacia adelante con decisión o puede terminar refugiado en el fondo como hizo en el Monumental o por ratitos ayer si el partido así lo exige. Ahí entra en escena otra faceta, que encuentra en Barboza y Lisandro Martínez más de una resolución en el juego aéreo. Incluso si ellos fa- llan las manos de Unsain cumplen su función.
Como en la fecha pasada ante Argentinos Juniors, Defensa no se impuso a su rival pese a que la tabla marque 27 puntos de distancia. No fue voraz arriba pero entendió que el negocio estaba en administrar bien la ventaja que había conseguido con fortuna. Pasó la prueba de fuego a su temple y presión. Y aunque en la segunda etapa mostró un cansancio notorio y lógico (tiene un plantel corto y ayer sumó su tercer encuentro en 10 días), pudo terminar con un tanto más de ventaja porque contó con chances en la cabeza de Fernández, en los pies de Rojas y también en un zurdazo espectacular de Rius que sacó Martín Arias. Fue puro oficio contra la batalla de este Gimnasia de Troglio que está penando con su promedio y que buscó con desprolijidad a Hurtado y Silva. Tuvo sus oportunidades en cada pelota quieta que ejecutó Víctor Ayala pero se diluyó.
Otro mérito para este líder fue que no pareció alterarse cuando el técnico decidió realizar cambios de sistemas tácticos. Todos se adaptaron con la misma facilidad al 4-3-3 como al 44-2. Siempre con la pelota bien jugada como fin. “Creo que el equipo mostró una gran madurez para jugar este partido”, fue el elogio de Beccacece para sus dirigidos. Una palabra que le cae perfecta a estos jugadores que cumplen su tarea como si se tratara de un manual de principios. Llegó a La Plata para defender su condición de candidato. Cumplió. Otra vez. ■