El Palomar se mueve y se transforma al ritmo de las low cost
Ya pasaron más de 760 mil personas. Piden construir un hotel.
Nació el 9 de febrero del año pasado, con una habilitación apresurada, el rechazo de algunos vecinos y dificultades en los primeros vuelos por el clima. Pese a los escollos, el aeropuerto en la Base Aérea de El Palomar cumplió su primer año, con un crecimiento en las operaciones. Pensada como una terminal “low cost”, por allí ya pasaron 764.000 pasajeros, au- mentó el movimiento comercial por el centro de la localidad y se sufren las complicaciones del tránsito más cerca de la estación.
El aeropuerto, que recientemente incorporó vuelos internacionales, opera 32 vuelos diarios, entre despegues y aterrizajes. La puerta del aeropuerto también importó la pelea porteña entre taxistas y choferes de Uber. Además, abrió un nuevo estacionamiento, aparecieron “trapitos” y también demanda de alojamiento, ya que en la zona no hay hoteles.
“Ahora que los pasajeros hacen el check-in para vuelos internacionales tres horas antes, después de despachar las valijas los ves por el centro de El Palomar. Algunos se sientan y toman un café acá”, comenta Do- mingo, dueño desde hace 30 años de un bar sobre Itacumbú al 600.
Durante casi un año, el aeropuerto, identificado con la sigla EPA y administrado por Aeropuertos Argentina 2000, sólo fue usado por la aerolínea Flybondi, que en enero de 2018 empezó a unir El Palomar con Córdoba, y un mes después también con Bariloche y Tucumán. En algunos fines de semana largos se ubicó como el 7° aeropuerto del país en cantidad de pasajeros, y al finalizar su primer año quedó en el 10° puesto.
Hoy, a esos destinos también se sumaron Santiago del Estero, Iguazú, Salta, Jujuy, Mendoza, Neuquén, Posadas, Corrientes y Bahía Blanca. Y desde diciembre, los primeros internacionales: Punta del Este y Asunción, ambos operados por Flybondi, y Santiago de Chile, a la que vuela JetSmart, la low cost que pertenece a un fondo de inversión de EE.UU. Esta empresa también confirmó que desde abril conectará El Palomar con Mendoza, Neuquén, Córdoba y Salta; y en mayo sumarán Bariloche.
El movimiento de pasajeros alteró el perfil del barrio y origina nuevas demandas. Por parte de los pasajeros, una es el alojamiento. “Lo que más preguntan los pasajeros cuando salen es por remises y también muchos consultan si hay hoteles. A veces dicen que es porque sólo vienen a reunirse y hacen conexión con otro vuelo y no quieren ir a dormir a Capital”, señala Carlos, otro comerciante.
Mientras que algunos destacan el mayor movimiento, otros reparan en su efecto secundario: el tránsito. Sólo con detenerse sobre la calle Itacumbú, unos metros antes del túnel, se observan a pasajeros con bolsos que intentan cruzar hacia la estación ferroviaria. “El túnel vino a enloquecer el tránsito. Siempre está el riesgo de que los atropellen en Marconi y Misiones”, comenta Manuel, empleado de la zona.
La Comuna diagramó un circuito de acceso y egreso de la terminal, para diferenciar el tránsito del que se
Entre arribos y partidas, por la pista pasan 32 vuelos diarios. Se sumarán más destinos.
mueve por el centro de El Palomar. Sin embargo, cuando algunos desde el aeropuerto buscan ir por Itacumbú para sumarse al tránsito que sale del túnel, deben esquivar vehículos mal estacionados en la puerta de los bancos. Los bocinazos ya son una costumbre, tanto como el ruido de los aviones, que es el reclamo más frecuente de los vecinos que se oponen al aeropuerto y que hasta fue criticado por un estudio de la Universidad de Tres de Febrero. Por este tema esperan dos presentaciones judiciales vecinales en la Corte Suprema de Justicia. Otra queja es porque en las dos últimas lluvias fuertes se anegó la entrada a la Base Aérea.
Junto con el intenso tránsito apa-
reció la necesidad de contar con estacionamiento. En diagonal al aeropuerto, al poco tiempo de que despegó por primera vez Flybondi, abrió el primer garaje. La tarifa es de $ 60 por hora, y la estadía por día cuesta $ 250. “Muchos dejan el auto unos días, les resulta más barato que ir y venir en taxi”, explica Ramón, que trabaja en el estacionamiento.
También desviaron su recorrido las líneas de colectivos 53 y 182, para pasar por la puerta de la Base. Según datos del Ministerio de Transporte de la Nación, el 40% de los pasajeros llegan al lugar en transporte público.
Mientras tanto, en la zona crece la polémica porteña de los taxis contra los choferes de Uber. Días atrás hubo una marcha con más de 500 taxistas, después de una pelea con un conductor de la aplicación. En la puerta del aeropuerto hay una parada para 20 taxis habilitados. Con el clima tenso, algunos choferes de Uber levantan pasajeros a dos cuadras del aeropuerto para evitar episodios violentos.
“El Aeropuerto Palomar sigue creciendo y Morón como Ciudad Aeronáutica también. Son miles de vecinos y pasajeros que están viajando por primera vez”, remarcó el intendente de Morón, Ramiro Tagliaferro. Según Transporte, 130.000 personas volaron por primera vez desde El Palomar, que emplea a 472 personas.