Insertarnos en un mundo cada vez más complejo con agenda propia
Apetito. India busca tubos, instrumental médico, biofarma y maquinaria agrícola.
El mundo es cada vez más complejo, tanto por el nivel de desafíos que presenta como por la discusión que se está encarando acerca de gobernanza global. Están mutando las relaciones geopolíticas, y generan un impacto directo en las relaciones económicas y comerciales. Ningún país y ninguna región es ajena al proceso.
En este contexto, es clave que busquemos insertarnos en el mundo con una agenda propia y clara, porque esa integración va a definir nuestra ubicación, simbólica y material, en el nuevo escenario mundial que empieza a con- figurarse. Y también que aprovechemos cada espacio que se abra para lograr avances en esa agenda.
La Unión Industrial Argentina acaba de asumir la presidencia de la Global Business Coalition (GBC), un foro que reúne a las entidades empresarias de los principales países del mundo en el que la UIA participa desde su creación en 2011. En conjunto, la GBC representa a más de 20 millones de empresas, chicas, medianas y grandes. El encuentro en el que la UIA recibió la presidencia por parte de Dieter Kempf, titular de la Federación Alemana de Industrias (BDI) se realizó justamente en India, unos días antes de la llegada del presidente Macri en visita oficial.
Liderar la GBC le permite al sector privado argentino seguir protagoni- zando los debates sobre el mundo que se viene, que tiene en agenda temas cruciales y disruptivos como la reforma de la Organización Mundial de Comercio (OMC), el rol en general de los organismos multilaterales, los esquemas de integración regional, digitalización y ciberseguridad, la Industria 4.0. y el futuro del trabajo, entre otros. La organización del G20 y de su capítulo empresario, el B20, fueron plataformas para potenciar este rol de Argentina en los foros mundiales.
En todos estos espacios los países promueven sus agendas en bases a intereses nacionales concretos, que en última instancia tienen que ver con la generación de empleo de calidad para su gente. Para eso todos apuestan a la industrialización de sus sistemas pro- ductivos, cada quién en base a sus capacidades y recursos, pero con un mismo norte: que el valor y el conocimiento se agregue en la mayor medida posible fronteras adentro, y lograr una integración inteligente en las cadenas de valor que son globales.
La visita que inicia el presidente Macri a India y Vietnam es un buen ejemplo de cómo podemos buscar complementariedades que nos ayuden a favorecer nuestro desarrollo productivo. India, por ejemplo, demanda de Argentina aceite de soja, a diferencia de China que solo nos compra el poroto, dado que ha expandido su capacidad de molienda en forma exponencial durante los últimos años. De los US$ 2.080 millones que Argentina le exportó a India en 2017, 89% fueron de acei- te de soja. Las proyecciones indican que esas exportaciones se podrían duplicar en cantidades para 2025. El apetito de India por productos argentinos, además, está comenzando a expandirse hacia otros aceites, como de girasol, maíz y oliva; y nichos de alto valor agregado como tubos sin costura, instrumental médico, bíofarma, maquinaria agrícola y tecnología nuclear). Vietnam, por su parte, es el quinto destino de exportación para Argentina y ocupa el segundo puesto en la lista de países con los que tenemos superávit.
Ese tipo de relaciones comerciales son las que hay que fomentar para perseguir el objetivo, que la dirigencia política y económica argentina comparte, de ser el supermercado del mundo. En el mundo actual es cada vez más difícil vender valor y conocimiento propio. ¿Por qué? Porque atrás de un alimento elaborado o un bien industrial hay todo un complejo productivo que genera empleo, demanda conocimiento, servicios de calidad, que potencia a las pymes. Tener éxito requiere una mirada holística, desde el diseño de las instituciones que reglan el comercio mundial y las negociaciones internacionales regionales o bilaterales, hasta la macroeconomía, las políticas públicas para investigación y desarrollo y la sectorial. ■