Un amenazante “agujero negro” entre nosotros
La salud humana y la de nuestro planeta se ven afectadas por una causa común: la vorágine cultural y mediática, vinculada al depredador turbocapitalismo actual que, como un agujero negro, se devora tanto los recursos naturales como gran parte de las potencialidades del hombre. Éste es sometido a una brutal competitividad, causante de estrés, desgaste, enfermedad, invalidez y muerte.
Es sabido que, por lo general, al fumador, cuando todavía goza de buena salud, le resulta difícil abandonar su hábito. En tal caso, debe hacerlo a cambio de evitar alguna enfermedad futura. Los terrícolas compartimos el penoso dilema del fumador: no hay voluntad para el cambio preventivo, dado que tanto los países como las diversas industrias deberían enfrentar un costo actual a cambio de un incierto y gradual beneficio, muy difícil de cuantificar.
Sería bueno que nos preguntásemos sobre el para qué y el porqué de someter al planeta a la depredación y contaminación. En general el bienestar de la población crece al compás del aumento del PBI, pero hasta determinado punto, que ronda los US$ 15.000 de ingreso per cápita: allí se estabiliza y ya no crece. Si consideramos que el ingreso per cápita de los países desarrollados supera los US$ 35.000, podemos concluir que estamos estropeando el planeta en balde, porque, proporcionalmente, la mayor parte de la riqueza actual no cumple con el propósito básico que debería buscar: mejorar el bienestar de las personas. Así, ¿cuál es el sentido? ¿Enriquecer a magnates de las principales multinacionales afines? Si así fuese, conviene recordar que menos de cien de ellos ya poseen más de la mitad de la riqueza mundial. Es realmente penoso que la imbecilidad humana llegue a tal punto: el de arriesgar el planeta en pos de perpetuar a estos camuflados semidioses contemporáneos.
Jorge Ballario jballario@coyspu.com.ar