Contar la realidad como una novela
La leyenda del estadounidense Tom Wolfe (1930-2018) quedó indisolublemente ligada a la aparición del género que impulsó casi por casualidad, en 1963, cuando, después de un bloqueo entregó a su editor de la revista Esquire un aparente amasijo de 49 páginas sobre los fanáticos de los autos en el que narraba sus impresiones y que derivó en un éxito imprevisto. A partir de entonces, se propuso valerse de los recursos de la literatura, y de un punto de vista subjetivo, para renovar un periodismo que le resultaba tedioso y obsoleto. En El nuevo periodismo explica su método: el libro contiene las bases del género del que Truman Capote ( A sangre fría, 1966) y Gay Talese ( Frank Sinatra está resfriado, 1966) son también considerados pioneros, según una perspectiva que omite que en la Argentina, un muchacho llamado Rodolfo Walsh ya había irrumpido en escena con Operación Masacre (1957), anticipándose a la nueva tradición.