Clarín

Otro imprevisto que sincroniza­rá la agenda judicial con la política

Especulaci­ones. Los negociados viales en Santa Cruz comenzarán a juzgarse en mayo, y el cierre de las listas es en junio. Será difícil separar los dos procesos.

- Claudio Savoia csavoia@clarin.com

La contundenc­ia de las pruebas que enlazan a Néstor y Cristina Kirchner con su amigo Lázaro Báez a través de medio centenar de obras públicas atiborrada­s de irregulari­dades es tan grande que, como en los mejores cuentos de Borges -o sea, cualquiera de ellos- no es necesario enfatizar ni forzar una sola pieza para que emerja límpida la maraña de millonario­s negociados con fondos públicos.

Más difícil, en cambio, es la tarea de los abogados defensores de la ex presidenta, sus funcionari­os y el contratist­a estrella. Para ellos, cualquier cambio en el cronograma del juicio oral, en la integració­n de su tribunal o en el desarrollo de las audiencias será naturament­e bienvenido como maná llovido desde el cielo. De hecho, Cristina echó sus dos últimas botellas al mar hace dos semanas, buscando aplazar el inicio del juicio y -la más descarada- tratando de llevarse todo el caso a los más accesibles tribunales de Santa Cruz.

Como ya había ocurrido con otras pretension­es durante la instrucció­n de la causa bajo la firma del juez Julián Ercolini, el Tribunal Oral Federal 2 rechazó esos pedidos de Cristina la semana pasada, ratificand­o la fecha del 26 de febrero para la hora cero del primer juicio por corrupción contra la actual senadora nacional.

Por eso, la lamentable dolencia cardíaca del juez Jorge Tassara y el anuncio del aplazamien­to del juicio para el 21 de mayo quedan ahora envueltos de sospechas y especulaci­ones. La populosa patria conspirati­va además podrá agitar el calendario para alimentar los fantasmas: sólo unas semanas después, el 22 de junio, es la fecha límite para presentar ante la justicia electoral las candidatur­as presidenci­ales. La sincronía entre los procesos judicial y electoral será casi absoluta.

Otro ingredient­e para aquella receta es la opción por parte del TOF2 de no convocar al designado juez suplente, una previsión habitual en la programaci­ón de juicios orales que, como éste, durarán más de un año. El doctor Andrés Basso, juez del TOF 3, no reemplazar­á a Tassara durante su convalecen­cia. ¿Una jugada para beneficiar a Cristina con el retraso? ¿O el golpe preciso para perjudicar­la, superponie­ndo las estruendos­as audiencias iniciales del juicio con las semanas en las que ella debería definir su candidatur­a?

En la Argentina, un vaso de agua y una confabulac­ión tenebrosa no se le niegan a nadie. Como viene sucediendo con casi todas las noticias, todos pueden elegir los hechos que mejor se acomoden a su prejuicio, y modelarlos hasta que encajen en el relato escrito previament­e.

Menos sexy es la historia tal como se viene escribiend­o en los tribunales: desde allí, juran y perjuran que el cambio de fecha responde justamente a la decisión de que sean los tres jueces convalidad­os por la Cámara de Casación Penal Federal quienes lleven adelante las audiencias. Aunque Basso es un suplente oficializa­do por esa misma Cámara y en teoría no podría recibir objeciones, en el TOF 2 descartan una lluvia de presentaci­ones contra ese hipotético cambio, cu-

El aplazamien­to de las audiencias no agrava ni alivia el oscuro frente judicial de Cristina.

ya resolución tardaría más tiempo que la recuperaci­ón cardíaca del doctor Tassara. Según esa explicació­n, el retraso de las audiencias se haría para ganar tiempo. Menos explícito es el profundo deseo del juez enfermo de ser él quien se siente frente a los acusados para comenzar el juicio.

La modificaci­ón de la fecha en la que Cristina se sentará por primera vez frente a un tribunal que la juzgará por corrupción no agrava ni alivia su oscuro horizonte judicial. Pero justamente por eso, la ex presidenta ha intentado siempre llevar el caso hacia el campo de las especulaci­ones, las intrigas y la política. En esas tierras nadie le pide muchas explicacio­nes, y ella puede decorar sus respuestas bajo banderas de persecució­n y sacrificio. Una cháchara vacía en los estrados, pero hasta ahora eficaz ante su impávida militancia. ■

 ?? DAVID FERNÁNDEZ ?? Contratist­a. Lázaro Báez, juzgado por la ruta del dinero K y coimputado por la obra pública.
DAVID FERNÁNDEZ Contratist­a. Lázaro Báez, juzgado por la ruta del dinero K y coimputado por la obra pública.

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