Clarín

Los “delfines” de “El Chapo” Guzmán: quién manda en el Cartel de Sinaloa

Poder. Son los herederos de un imperio. Para la DEA, el nuevo jefe es Ismael “El Mayo” Zambada, mientras los dos hijos de Guzmán controlan la venta y logística.

- Eduardo Pogoriles epogoriles@clarin.com

Joaquín “El Chapo” Guzmán, de 61 años, probableme­nte pasará el resto de su vida en prisión, luego de que un jurado de Nueva York lo consideró culpable de diez delitos relacionad­os con narcotráfi­co, posesión de armas y lavado de dinero. Pero el Cartel de Sinaloa sigue siendo un gran negocio. Tiene conexiones internacio­nales y herederos. Según la DEA (agencia antidrogas estadounid­ense) el jefe hoy es Ismael “El Mayo” Zambada, un hombre de 70 años y estilo negociador, que privilegia las estrategia­s a largo plazo y no la violencia.

En un segundo nivel estarían Iván y Alfredo Guzmán, los dos hijos de El Chapo, encargados de las armas, la logística y la venta de drogas en pequeña escala. El Cartel de Sinaloa tiene presencia en 17 estados de México y domina tres de ellos, el llamado “Triángulo de Oro”, formado por los estados de Sinaloa, Chihuahua y Durango. Uno de los expertos en el tema, Scott Stewart, escribió en The Hill, en Washington, que el cartel sigue siendo el principal proveedor del mercado estadounid­ense en drogas sintéticas (fentanyl y metanfetam­ina) además de las tradiciona­les, como heroína y cocaína. Stewart recordó que el 26 de enero de 2019 los inspectore­s de la patrulla fronteriza estadounid­ense encontraro­n 115 kilos de fentanyl y 179 kilos de metanfetam­ina en la ciudad de Nogales. Según los registros policiales, sería el mayor secuestro de fentanyl en la historia de Estados Unidos.

Para entender las conexiones internacio­nales del cartel, basta saber que el fentanyl se compra en China por 9.000 dólares el kilo. Se corta en pastillas en laboratori­os de México con el 1% de pureza y se vende en Estados Unidos, a un precio mucho más alto que la cocaína o la heroína. Ray Donovan, jefe de la DEA en Nueva York, asegura que el Cartel de Sinaloa está a la vanguardia en el negocio de las drogas sintéticas desde 2010.

El Cartel de Sinaloa es una federación de 120 clanes o “cartelitos” que se mueven con autonomía y son difíciles de rastrear. Según Mike Vigil (ex jefe de operacione­s internacio­nales de la DEA) es aún “la más podero- sa organizaci­ón de narcotráfi­co en el mundo”. Su red de contactos, aceitados por la corrupción de funcionari­os y policías, le permite controlar puertos, laboratori­os, sicarios y testaferro­s. Su leyenda inspiró un género musical, el narcocorri­do, cultivado por grupos como Los Tucanes de Tijuana y Los Tigres del Norte.

Se sabe que el Cartel de Sinaloa controla el narcotráfi­co en los estados de Sinaloa, Durango y Chihuahua. Se sabe que nació en 1989 orien- tado por tres jefes: Joaquín “El Chapo” Guzmán, Juan José Esparragoz­a Moreno (se dice que está muerto) y el más veterano, Ismael “El Mayo” Zambada. Según la DEA, el jefe actual es Ismael “El Mayo” Zambada, un hombre de 70 años que mantiene el estilo de los viejos capos. Es discreto, pone los negocios por encima de la violencia, tiene fama de negociador y los líderes jóvenes lo respetan.

Zambada nunca fue detenido y se esconde en las montañas del “Trián- gulo Dorado”. Su hijo, Vicente Zambada, está detenido en Estados Unidos y testificó contra Guzmán en el juicio en Nueva York. En un segundo nivel dentro del Cartel de Sinaloa están Iván y Alfredo Guzmán, los dos hijos de “El Chapo”. En la ciudad de Culiacán, capital del estado de Sinaloa, bautizaron a Iván y Alfredo con el apodo de Los Chapitos. Según el periodista Ismael Bohórquez, director del semanario mexicano Riodoce que se edita en Sinaloa, la tarea de Los Chapitos es controlar las ventas de droga en pequeña escala y organizar la logística y la defensa, además del buen abastecimi­ento de armas.

Luego de la detención de “El Chapo” hubo muchos pretendien­tes al trono, pero fracasaron. Fue el caso de “El Licenciado” Dámaso López Núñez, antiguo jefe de seguridad de la cárcel de Puente Grande (en el estado de Jalisco) donde facilitó la fuga de “El Chapo” en 2001. Era visto como la mano derecha de Guzmán cuando éste fue extraditad­o a Estados Unidos. “El Licenciado” fue detenido en 2017 y atestiguó en el juicio de Nueva York. El hijo de “El Licenciado”, Dámaso López Serrano (alias “Mini Lic”) disputó el poder a los hijos de “El Chapo”. Pero luego del arresto de “El Licenciado”, se entregó voluntaria­mente a las autoridade­s estadounid­enses.

Hacia adelante, el Cartel de Sinaloa tiene dos amenazas en el horizonte. Una de ellas tiene que ver con la tarea en los laboratori­os clandestin­os. Es que el fentanyl está matando a muchos consumidor­es. Por las mezclas químicas mal hechas, las pastillas pueden contener entre 0,03 gramos y 1,99 gramos de droga. En este último caso, es una dosis mortal.

La otra amenaza es el Cartel de Jalisco Nueva Generación (CJNG), que era un brazo armado del Cartel de Sinaloa y se desprendió en 2014. La disputa es por el control del mercado de las drogas sintéticas. Su jefe es Nemesio Oseguera Cervantes, alias “El Mencho”, famoso por su violencia. Desde 2018, el Departamen­to de Justicia de Estados Unidos ofrece diez millones de dólares por su captura.

Según datos oficiales de EE.UU., el CJNG controla cien laboratori­os clandestin­os en México y envía mensualmen­te a EE.UU. cinco toneladas de cocaína y otras cinco toneladas de metanfetam­ina. Una de sus bases preferidas está en Tijuana, en el estado mexicano de Baja California, pero se ha extendido también hacia Texas y California. ■

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REUTERS Recuerdo. Un muñequito de Joaquín “El Chapo” Guzmán en una tienda de Sinaloa, su estado natal.

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