Cvitanich y Licha López, dos delanteros “viejitos” que se entienden bien
Goleador, capitán y... mensajero. El gesto de Lisandro López con Chacho Coudet fue una señal inequívoca de respaldo para el entrenador, que vivió una semana polémica tras el gesto de Ricardo Centurión antes de ingresar contra River, más los picantes mensajes de Gustavo Bou desde México (ver aparte). “A mí no me tienen que apoyar, yo estoy a muerte con ellos”, expresó Coudet cuando finalizó el partido.
Sin el desequilibrio de Centu en la cancha, Coudet apostó a una dupla explosiva arriba: por primera vez jugaron juntos desde el arranque Licha y Darío Cvitanich. Fueron treinta minutos iniciales arrolladores los de la Academia, hubo un penal al ex Banfield que el árbitro Lamolina ignoró, había ansiedad en el estadio porque el equipo era superior pero no podía concretar en la red, hasta que los dos 9 se asociaron. Cvitanich se puso el traje de asistidor, filtró la pelota entre varias piernas para dejarlo al veterano goleador solo frente al arquero. Y Licha, de zurda, metió el 1-0. Después llegó la corrida, el abrazo con el entrenador y luego el beso de agradecimiento a su compañero por el excelente pase.
El capitán académico tiene un objetivo claro desde que llegó a Racing y mucho más luego de la eliminación en la Copa Libertadores del año pasado: salir campeón. Lo dijo en su regreso y lo demuestra en cada partido. Pero además, con casi 36 años (los cumple el próximo 2 de marzo) y un mes (cuando finalice la Superliga), de mantenerse como goleador del torneo (suma 15 y le lleva 3 a Emmanuel Gigliotti que ya no está en el fútbol argentino), se transformará en el goleador más veterano de un torneo de Primer División. El récord lo ostenta José Pepe Sand, quien fue el que más goles hizo en el torneo de Primera División 2016, con 35 años, 10 meses y 12 días.
Y aunque Cvitanich anoche no marcó, la dupla ofensiva de uno de los líderes del torneo suma 21 goles, más que cualquier otra línea delantera de la Superliga. A los 15 de Licha hay que sumarle los 6 de Darío, que hizo uno ante Aldosivi y arrastraba cinco en Banfield. Es uno de los grandes potenciales del equipo de Coudet, que además es el más goleador de la Superliga, con 35 conquistas.
Si Lisandro López anda derecho para el arco, el que se sacó la mufa fue el pibe Matías Zaracho, quien en el festejo hizo ese claro gesto en el primero de los dos que marcó (lleva seis goles y es el primer doblete). Y lo consiguió tras un gran pase de Pol Fernández, que lo dejó solo ante Roberto Ramírez. Después, selló el 3-0 aprovechando un rechazo del arquero tras un remate de Cvitanich, quien luego se fue reemplazado bajo una lluvia de aplausos.
“Es importante poder jugar, poder estar en ritmo. Hoy se hizo un gran partido, todos juntos se ganó, se tuvo la pelota, se lastimó en los momentos clave y esto es un poco lo que pretendemos partido a partido”, enfatizó Darío Cvitanich tras la victoria. ■