La goleada de Racing entregó mensajes, hacia afuera y también hacia adentro
Coudet recibió el apoyo del plantel -que luce unido- tras el caso Centurión. Cardozo y Sigali, piezas clave.
De los muchos mensajes que dejó la goleada 3-0 ante Godoy Cruz, cinco son los que se destacan pensando en la recta final de la Superliga.
1) El abrazo de Lisandro. Adentro de la cancha, Lisandro López es impulsivo como todos los cracks. No necesita pensar demasiado Licha porque la jugada exacta le sale natural. El capitán académico nació con ese don, más allá de que lo potenció durante su carrera. En cambio, sí son premeditadas las acciones que ejecuta fuera del campo del juego. Ese abrazo a Eduardo Coudet tras el primer gol en el Cilindro es todo un símbolo, un mensaje para adentro y para afuera. Le dijo sin decir Licha al entrenador: estoy y estamos con vos. La exclusión de Ricardo Centurión era un tema que tenía como protago- nista secundario al plantel. El fuerte abrazo del emblema fue una clara señal. Ayer el mediocampista pasó a saludar a sus compañeros, pero no se cruzó con el DT. ¿Se irá a préstamo a Atlético Paranaense?
2) La selfie de la unión.
“No sé cómo hizo Iván para sacar una cámara y hacer la foto... Aunque es Iván”, dijo sonriente Eduardo Coudet. Iván Pillud es el futbolista más valorado del plantel. Suma, suma y suma. Hace años que lo viene haciendo. Cuando se conoció la lesión de Eugenio Mena, todos pensaron que su sustituto sería Pillud, que había jugado muy bien de lateral izquierdo ante Corinthians en Brasil (Alexis Soto estaba suspendido). Pero Coudet lo mandó -nuevamente- al banco y la cara de Pillud fue la de siempre. Segundos después del 3-0 juntó a muchos de sus compañeros en la mitad de la cancha, le pidió un teléfono a uno de los integrantes del departamento de prensa y sacó una selfie que habla de unión, fortaleza interna y compromiso. “Los muchachos me respaldan entrenando a morir todos los días”, soltó el entrenador.
3) La resurrección de Neri y la nueva estrategia del equipo.
Neri Cardozo fue el apuntado luego de la eliminación ante River por Copa Libertadores y también después del 0-2 en el Monumental de hace un par
de semanas. Como Racing no tiene un plantel abundante, la salida de Centurión generó un hueco. Supo Coudet que era indispensable levantar a Cardozo, ese mediocampista por el que tanto pidió. Y ante Godoy Cruz, el Chacho lo ayudó más allá de lo discursivo. Diagramó una nueva estrategia que parece que llegó para quedarse. Fue más pensante y menos vertiginoso el equipo; puso en cancha mediocampistas posicionales y de buen pie. Cardozo abandonó la banda iz- quierda y jugó cerca de Marcelo Díaz: desde ahí manejó los hilos del equipo. Por las bandas se pararon Zaracho -derecha- y Pol Fernández -izquierda-, aunque no pegados a la línea. Apostó, también, al desorden ordenado el Chacho; es decir, la permanente y libre rotación de los tres mediocampistas ofensivos. El único con posición fija fue el chileno Díaz. Cardozo se fue muy aplaudido por el Cilindro y pidiendo perdón por flojas actuaciones pasadas.
4) La presencia de Cvitanich.
Se sabía: Darío Cvitanich iba a ganarse la titularidad con el transcurso del tiempo por peso propio. El torneo de Jonatan Cristaldo es de bueno para muy bueno, pero Cvita llegó para ser titular. Tuvo muñeca Coudet para manejar el tema y solo lo mandó a la cancha cuando lo consideró indispensable. El ex Banfield juega y contagia mucho; tiene temple para jugar partidos bravos, como el del lunes por la noche ante los mendocinos. No le pesa la responsabilidad y sabe cuál es su rol.
5) Leonardo Sigali, el caudillo.
A Leonardo Sigali le llegó tarde el gran reconocimiento del la mayoría del público de Racing. Primero se enamoraron de las trepadas incansables de Renzo Saravia, después de la presencia y los goles de Alejandro Donatti y por último de la guapeza de Eugenio Mena. Pero el mejor defensor de Racing, el más regular, es Sigali. Se convirtió en emblema. Es el futbolista del plantel con más minutos en la Superliga: 1.614. Lo siguenLópez (1.554) y Saravia (1.367). Es tan importante Sigali que Coudet no dudó en sacarlo contra Godoy Cruz porque estaba amonestado. El motivo: no quería perderlo para el clásico del sábado ante Independiente en el Libertadores de América. ■