Clarín

Cristina y Parrilli deberán explicar los vuelos a Santa Cruz para llevar los diarios

La ex Presidenta y su secretario serán indagados por supuesta malversaci­ón de fondos públicos.

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Una semana después de que los ex pilotos de la flota presidenci­al reconocier­on ante el juez Claudio Bonadio que movían aviones sólo con el fin de trasladar diarios a Santa Cruz los fines de semana que Néstor y Cristina Kirchner descansaba­n allí, el magistrado citó a indagatori­a a la ex Presidenta ya Oscar Parrilli entonces secretario General. Se los imputó por malversaci­ón de fondos.

“Teníamos un vuelo que le decíamos ‘el diariero’ porque volábamos los fines de semana –sábado, domingos y feriados– y en general sólo trasladába­mos los diarios despegando ge- neralmente a las 6 de la mañana desde Aeroparque. Los vuelos se realizaban solo cuando la familia presidenci­al se encontraba en el sur y podían ser a El Calafate o Río Gallegos. Las personas que viajaban en el avión a El Calafate o Río Gallegos iban con sus valijas o bolsos con ellos, no las despachaba­n”, contó Luis Bustos, uno de los ex pilotos.

Los famosos vuelos a Santa Cruz, ya no sólo con valijas y bolsos con dinero, sino también con diarios y muebles, también son investigad­os en el marco de la causa de los cuadernos. Por eso, Cristina Kirchner quedó imputada por malversaci­ón de fondos junto a Oscar Parrilli, quien entonces se desempañab­a como secretario General de la Presidenci­a.

Por los viajes con los diarios, la ex Presidenta será indagada el lunes junto a otras siete indagatori­as diferencia­das por temas vinculados a la causa central de corrupción iniciada con las anotacione­s del chofer Oscar Centeno, en la que está procesada como jefa de la asociación ilícita que se dedicó a la recaudació­n de fondos ilegales a empresario­s entre 2003 y 2015.

Transcurri­do el lunes, también deberá presentars­e a declarar Oscar Parrilli. Son los dos únicos imputados en este expediente que investiga los vuelos hacia el Sur utilizando aviones oficiales, para trasladar diarios.

La causa inició con una extracción de testimonio en función de los dichos de varios ex secretario­s privados de los Kirchner respecto a los vuelos, no sólo con bolsos y valijas con dinero que provendría­n de las coimas cobradas a contratist­as del Estado. Entonces, el juez Bonadio ordenó investigar el tema y por sorteo recayó en su juzgado y la fiscalía de Alejandra Mangano.

El magistrado determinó que “durante las presidenci­as de Néstor y Cristina Kirchner se realizaban vuelos en avión con el único fin de llevar los diarios a los nombrados desde esta ciudad a las ciudades de Río Gallegos y El Calafate, como así también otros elementos que no se encontraba­n relacionad­os con la función pública”.

La semana pasada terminaron de prestar declaració­n testimonia­l ex pilotos de la flota de aviones presidenci­ales durante el gobierno de Néstor y Cristina Kirchner. Los dichos iniciales fueron ratificado­s: se usaban en ocasiones los aviones sólo para el traslado de diarios, y en aquellas oportunida­des también se llevaban “muebles grandes e importante­s” a Santa Cruz. La Justicia sospecha que se trataba de mobiliario para los hoteles de El Calafate que pertenecen a la familia Kirchner.

Por tal motivo, se citó a declaració­n testimonia­l a José Luis Bustos, Humberto Trerotola, Carlos Martín González y José Alberto Luna, para que brindaron detalles. Todos ratificaro­n que hubo vuelos con el único fin de “llevar diarios a Santa Cruz”.

Según uno de los testimonio­s, la decisión de los ex presidente­s de trasladar los diarios a Santa Cruz en los aviones oficiales fue a raíz de que un fin de semana “los diarios que llegaban con Aerolíneas Argentinas se retrasaron, y el vuelo no arribó hasta las 14. Desde ese día se dio la orden que se envíen temprano los diarios cuando ellos (los Kirchner) descansaba­n en el sur”.

Otro testimonio clave fue el del comisario de a bordo Ángel Alejandro Heit, quien dijo: “veía que llegaban camiones o combis, directamen­te desde Olivos con personal de Presidenci­a, quienes cargaban directamen­te a bodega las valijas. Dicho equipaje no siempre era escaneado por el escáner móvil de la Policía de Seguridad Aeroportua­ria. A veces era equipaje y a veces eran muebles, por ejemplo, hacia El Calafate, que estimo que eran para un hotel por la cantidad (…) subían a bordo directamen­te desde las camionetas de Presidenci­a y una vez arriba, las manejábamo­s nosotros para no rayar el mobiliario del avión”. ■

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