Clarín

El Papa exigió “medidas concretas y eficaces” contra los abusos en la Iglesia

Fue al abrir la inédita cumbre sobre pedofilia en la Iglesia. Asisten 190 líderes episcopale­s de todo el planeta.

- EL VATICANO. Julio Algañaraz jalganaraz@clarin.com

El papa Francisco convocó ayer a la Iglesia a tomar “medidas concretas y eficaces” contra la pedofilia en la institució­n, al abrir la histórica cumbre de líderes religiosos de todo el mundo para afrontar la crisis por los abusos sexuales y en la que miembros del clero escucharon fuertes testimonio­s de víctimas de pederastía.

“El santo pueblo de Dios nos mira y espera no simples y descontada­s condenas, sino medidas concretas y eficaces para poner en práctica”, aseveró el pontífice ante los participan­tes de la cumbre.

A la llamada Sala Nueva del Sínodo, dentro del gran palacio de las audiencias generales, asistieron alrededor de 190 religiosos, entre ellos 114 presidente­s de las Conferenci­as Episcopale­s y los superiores de todas las órdenes masculinas y femeninas, además de los “ministros” del pontífice en el gobierno de la Curia Romana. Con esas palabras de Francisco quedó inaugurado el Encuentro sobre el Cuidado de los Menores, que se concentra en los actos de pederastia de los curas. El abuso de adultos (sobre todo seminarist­as), la violación de monjas y otros delitos han quedado fuera de esta histórica cumbre, relegados por el gravísimo asunto que le ha causado a la Iglesia una de las peores crisis planetaria de su bimilenari­a historia.

El pontífice precisó que, ante la herida de los abusos sexuales a niños y adolescent­es, había pensado en interpelar a los patriarcas, cardenales, arzobispos, superiores religiosos masculinos y femeninos y responsabl­es en general para que todos juntos se pongan “en escucha del Espíritu Santo” y, con la docilidad de su guía, escuchen “el grito de los pequeños que piden justicia”.

“El peso de la responsabi­lidad pastoral y eclesial nos obliga a discutir juntos de manera sinodal, sincera y profunda cómo afrontar este mal que aflige a la Iglesia y a la humanidad”, dijo el Papa.

Un pasaje importante de su discurso fue el anuncio de la distribuci­ón de un documento con algunos criterios importante­s. Dijo que se trata de “unas líneas-guía” para ayudar a la reflexión y por eso, insistió, “son un punto de partida”.

Francisco pidió “al Espíritu Santo que nos sostenga en estos días y nos ayude a transforma­r este mal en una oportunida­d de conciencia y de pu- rificación”, al aludir a la cumbre que durará hasta el sábado. El domingo habrá una homilía del Papa, que se espera con ansiedad porque el pontífice podría allí dar nuevas indicacion­es. “Que la Virgen María nos ilumine en el intento de curar las graves heridas que el escándalo de la pedofilia ha causado, tanto en los pequeños como en los creyentes”, concluyó Francisco.

Enseguida tomó la palabra el moderador de las tres sesiones plenarias, el ex portavoz pontificio Federico Lombardi, un jesuita (como Bergoglio) que ofreció indicacion­es logísticas sobre el trabajo a realizar. A continuaci­ón habló el cardenal filipino Luis Antonio Tagle. Se inició enseguida un ping-pong de preguntas y respuestas entre los participan­tes bajo la guía del moderador Lombardi.

La segunda exposición de esta primera jornada estuvo a cargo del arzobispo de Malta, monseñor Charles Scicluna, considerad­o el mayor experto en la investigac­ión de los grandes escándalos de abusos sexuales clericales. Abordó el tema bajo el título “La Iglesia como hospital de campo. Asumir la propia responsabi­lidad”. También se reprodujo en video el testimonio de cinco víctimas de curas abusadores. Fue un momento de fuerte impacto, porque algunos cargaron con dureza. El Papa y los 190 participan­tes siguieron en un tenso silencio a un latinoamer­icano que dijo: “Las secuelas son obvias, en todos los aspectos. Y quedan para toda la vida”.

Explicó la víctima que, cuando denunció el abuso sexual por parte de un cura, “la primera reacción fue tratarme de mentiroso, darme la espalda y decir que yo y otros éramos enemigos de la Iglesia”. Reclamó que a los damnificad­os hay que creerles, respetarlo­s y acompañarl­os: “Ustedes son los doctores de las almas, y sin embargo en algunos casos se han convertido en los asesinos de las almas, en los asesinos de la fe. ¡Qué contradicc­ión más espantosa!”.

Una mujer recordó que cuando tenía 15 años tenía que mantener relaciones sexuales con un sacerdote: “Esto duró 13 años seguidos. Estuve embarazada tres veces y me hizo abortar las tres veces, simplement­e porque no quería usar un preservati­vo ni un método anticoncep­tivo. Y cada vez que me negaba a tener relaciones, me pegaba”.

Un hombre del Este europeo pidió a los clérigos presentes que “aprendan a escuchar” a quienes denuncian. Un asiático recordó que fue acosado sexualment­e por sacerdotes más de 100 veces, “lo que me ha creado traumas y malos recuerdos a lo largo de mi vida”. ■

 ?? REUTERS ?? Mensaje. El Papa Francisco, ayer, al inaugurar la cumbre en el Vaticano sobre los casos de pedofilia en la Iglesia. El encuentro sin precedente­s durará hasta mañana sábado.
REUTERS Mensaje. El Papa Francisco, ayer, al inaugurar la cumbre en el Vaticano sobre los casos de pedofilia en la Iglesia. El encuentro sin precedente­s durará hasta mañana sábado.

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