Ataques al pontífice de dos cardenales ultraconservadores
Descolocados por el gran escándalo de los abusos sexuales clericales y el fortalecimiento del Papa argentino en la histórica cumbre del Vaticano, líderes del grupo ultraderechista que quiere hacer caer a Jorge Bergoglio del trono de San Pedro reaccionaron con una declaración en la que afirman que “la Iglesia está a la deriva” y que el verdadero problema más grave de la Iglesia es “afrontar la homosexualidad”.
La cumbre y la reciente expulsión de la Iglesia del ex cardenal norteamericano Theodore McCarry han frenado los ímpetus de la ofensiva. Los cardenales Raymond Burke, de Estados Unidos, y el alemán Walter Brandmueller, enemigos jurados de Francisco, a quien acusan de herejía y de haber desbandado hacia posiciones anticapitalistas, firmaron una declaración dirigida a los cardenales y obispos presentes en Roma, que participan de la cumbre. En tono de reproche atacan al Papa “por haberse alejado de la verdad del Evangelio”.
“Este alejamiento del mensaje bí- blico es real”, sostiene el cardenal Brandmueller.
Tras haber atacado durante más de un año al Papa, los dos cardenales ponen ahora el acento en “la plaga de la homosexualidad difundida en el interior de la Iglesia”, una cuestión, sostienen, que el Papa subestima. El argumento ha perdido eficacia tras la expulsión de McCarrick por parte de Francisco. Un cardenal reducido a la condición de laico no tiene antecedentes que se recuerden.