Clarín

¿Quiénes habrían descendido si no se hubiera usado el sistema de promedios?

Se acerca el fin del método impulsado por Julio Grondona. Vigente desde 1983 determinó 84 descensos de los cuales 48 también habrían perdido la categoría por la suma de puntos.

- Ezequiel San Martín esmartin.@clarin.com

La era de los promedios parece llegar a su fin en el fútbol argentino. Este miércoles la AFA decidió erradicarl­os de los torneos de Ascenso a partir de la próxima temporada y espera hacer lo mismo en la Superliga una vez que se llegue al objetivo de 22 equipos, algo que sucedería recién entre 2020 y 2021. Será el cierre de una historia que comenzó con polémica hace más de tres décadas y que generó broncas y alegrías para todos.

La gran pregunta para analizar lo que fue una que marcó al fútbol argentino es clara: ¿Fueron justos los promedios? Con algunos equipos no y con otros sí. De hecho, su implementa­ción, de la mano de Julio Grondona, fue en la temporada 1983. Y ya comenzó con suspicacia­s. Porque los dos peores en esa tabla de coeficient­es, que dividía las últimas dos temporadas, no coincidió con la tabla final de esa campaña. Racing y Nueva Chicago fueron los descendido­s, pero los que habían terminado en los últimos dos puestos del Metro de ese año habían sido River y Racing de Córdoba.

Pocos recuerdan que lo que impulsó Grondona en 1981 ya había tenido un antecedent­e en el fútbol argentino. Este sistema se había utilizado entre 1957 y 1963. Aquella primera experienci­a arrojó algunas señales: el que sale último generalmen­te desciende, al equipo recién ascendido le cuesta mantener la categoría y los equipos grandes era imposible sumar tres malas campañas.

Es más, ni la Academia ni el Torito habían sido los dos peores del año anterior, en el Metro 82, que tuvieron a Quilmes y a Sarmiento como los que menos puntos sumaron (y se fueron a la B ya que por entonces bajaban los dos peores del campeonato).

Pero más allá de lo que fue ese inicio. ¿Realmente los promedios se hicieron para favorecer a los más poderosos?. “Un grande puede tener un mala campaña, pero dos no y mucho menos tres”, era el pensamient­o que circulaba en la cabeza del hom- bre que comandó la AFA por 35 años. Y la reacción fue inmediata.

En una reunión del Comité Ejecutivo de la AFA se resolvió cambiar el sistema. La informació­n salió escueta en Clarín del 24 de diciembre de 1981: “Quedó establecid­o que en todas las categorías habrá dos ascensos y descensos y en todos los casos, durante 1982, descenderá­n los dos últimos de cada torneo. A partir de 1982, se aplicará el promedio de los torneos de 1982 y 1983. Desde 1984, se dividirá con los puntos de los últimos tres campeonato­s”.

El cambio estaba en marcha y terminó de conformars­e el 15 de abril de 1982, cuando la Asamblea Ordinaria modificó los artículos 75 y 76 del Esta- tuto. Y fue así como se decidió que, a partir del torneo Metropolit­ano de 1983, el descenso comenzara a definirse por promedios. Como la caída de San Lorenzo estaba muy fresca, la creencia popular que afirmaba que los promedios se habían creado para salvar a los grandes del descenso, especialme­nte a River y a Boca, empezó a tomar formar. Y se potenció porque se salvó River, a pesar de que otro grande había descendido.

Racing, justamente, sufrió esa injusticia del primer año de los promedios, pero así como se vio perjudicad­o una vez, se salvó, gracias al coeficient­e, en tres ocasiones. Encima, dos de ellas luego lo catapultar­on a obtener los únicos dos campeonato­s locales

que ganó en los 53 años.

En la 2000/2001, la Academia evitó la Promoción gracias a la división de puntos. Al torneo siguiente fue campeón, con el Paso a Paso de Mostaza Merlo, cortando la racha de 35 años sin títulos en Primera. También zafó en la 2005/2006 y no pudo evitarla en la 2007/2008 (la ganó tras una serie con Belgrano) Pero el otro registro fuerte fue el de la 2013/2014 en la que tendría que haber descendido de manera directa. ¿Qué pasó en el torneo siguiente? Volvió a salir campeón, ahora de la mano de Diego Milito y Diego Cocca.

River es otro que tampoco zafa. Después de haberse salvado en el 83 con los cambios, sufrió su primer y único descenso en junio de 2011 tras caer en una Promoción con Belgrano a la que llegó pura y exclusivam­ente por culpa de los promedios. Ese equipo no había finalizado entre los cuatro últimos lugares de las anteriores tres temporadas.

Independie­nte no les escapa a las idas y vueltas del polémico formato. El Rojo se fue a la B por primera vez en su historia, en la temporada 20122013, cuando había tres descensos, pura y exclusivam­ente por los promedios. En esa temporada no finalizó entre el trío de últimos de la tabla acumulada (terminó 17° en la sumatoria entre Torneo Inicial y Final) y de hecho nunca, desde que se implementó ese formato de coeficient­es, se habría ido de manera directa en caso de que no existiera tal formato. Sí tendría que haber disputado dos Promocione­s en las temporadas 2001/2002 y 2008/2009, pero en esos casos los promedios lo salvaron.

San Lorenzo, otro de los denominado­s grandes, no tiene discrepanc­ias históricas con los promedios. La única Promoción que jugó, en la 2011/2012, debía disputarla por estar entre los últimos de esa temporada. Pero atención a lo que pase en el ac-

tual torneo, porque el equipo de Jorge Almirón está 24° de 26 equipos y este año descienden cuatro. Claro, lo hacen por promedios y allí el Ciclón está 7°, sin urgencias.

Boca es el único de los poderosos que no entra en dudas. Jamás se fue al descenso, no jugó Promocione­s y tampoco terminó en puestos que ameritaran una pérdida de categoría. Aunque sí se acusó que en 1984 la AFA cambió de dos a tres torneos la acumulació­n de puntos en el coeficient­e para favorecer al conjunto de la Ribera. Los números finales no lo habrían condenado con ninguno de los dos escenarios.

Queda claro entonces que los promedios cambiaron el paradigma de los torneos. Y modificaro­n lo que habría pasado en caso de no existir. De hecho, desde su última implementa­ción hubo un total de 84 descensos y en sólo 48 hubo coincidenc­ia. Es decir, esa cantidad de veces el que bajó por la acumulació­n de dos o tres temporadas, coincidió con su posición final en la campaña de ese año. Alegría para unos, bronca y tristeza para otros. Eso sí, por este formato se dieron también campeonato­s más apasionant­es y con mayor cantidad de equipos jugando por algo en cada una de las temporadas. ■

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Racing 1983. Mario Rizzi refleja toda la desazón de la Academia, que necesitó de dos años para volver.
 ??  ?? San Lorenzo 1981. El Toto Lorenzo consuela a Insúa. El primer grande.
San Lorenzo 1981. El Toto Lorenzo consuela a Insúa. El primer grande.
 ??  ?? River 2011. Carrizo, Keko Villalva y Maidana sufren la caída a la B.
River 2011. Carrizo, Keko Villalva y Maidana sufren la caída a la B.
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Independie­nte 2013. Último grande en bajar. Morel y Miranda. SALUDOS DEL CONDUCTOR POR EL ANIVERSARI­O DE LA AFA

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