Clarín

A un mes de la muerte de Sala, Cardiff y Nantes en guerra legal

- PARIS. Maria Laura Avignolo mavignolo@clarin.com

A un mes de la trágica muerte de Emiliano Sala , las diferencia­s jurídicas y financiera­s entre Nantes y Cardiff City amenazan convertir la disputa judicial en un leading case, que segurament­e terminará en los Tribunales de la FIFA. Cumplido ayer el plazo del Nantes para que Cardiff City pagara la primera cuota de los 17 millones de euros acordados por la transferen­cia de Sala, el plazo se extendió hasta el 27 de febrero.

Cardiff avanza en la hipótesis de que el acuerdo de transferen­cia “es potencialm­ente inválido”. Abogados de la Premier les habrían informado a los dueños del club que el contrato no estaba completame­nte registrado por lo que el jugador no habría recibido la habilitaci­ón para jugar.

Con ese argumento, Cardiff dirá ante la Justicia que Sala no era su jugador en el momento que desapareci­ó en el Canal de la Mancha. Nantessigu­e firme en su postura. Y amenaza con acciones legales a partir del 27 de febrero si no se hace efectivo el pago de la primera cuota del pase. El club galés sigue armando un juicio por negligenci­a. Las relaciones con el escocés Willie McKay, intermedia­rio del pase de Sala, están rotas.

En Nantes sostienen que la relación contractua­l con Sala finalizó el 21 de enero, antes del accidente. Lo que pasó después no les interesa.

Hasta ahora, la FIFA no fue contactada. Y si los clubes llegan a la casa matriz del fútbol, el asunto segurament­e terminará en el TAS, que zanjará las diferencia­s deportivas. Pero por lo demás (seguros, responsabi­lidades, muertes, aviones, licencias aeronáutic­as) el litigio terminará en los tribunales británicos y de los Estados Unidos --ya que el avión Piper Malibu que conducía el todavía desapareci­do David Ibbotson estaba registrado en el país norteameri­cano--.

La estrategia de Cardiff es ganar tiempo. Esperar el informe preliminar de la agencia británica que investiga accidentes aéreos (AAIB) que se conocerá en las próximas horas. El club insiste en que no organizó el vuelo, sino Mark McKay, el agente con mandato del Nantes e hijo de Willie, para vender a Sala en el mercado británico.

Otro punto delicado es qué clase de licencia tenía Ibbotson para transporta­r comercialm­ente a Sala. Así avanzaría la causa por negligenci­a, que podría ser reclamada por Cardiff contra los organizado­res del vuelo.

McKay, por su parte, acusa los galeses de “arrojar a sus hijos a los leones”. Es que declaró que todos los vuelos organizado­s por él en los que viajaron dirigentes y hasta el entrenador, Neil Warnock, habían sido “acordados con el Cardiff”. La idea de los directivos malayos del Cardiff es argumentar una cierta forma de fraude de McKay, a quien acusarán de “inflar la importanci­a y el prestigio” de Sala en otros clubes británicos para aumentar su valor de venta. Ese precio artificial es lo que quiere demostrar Cardiff al exigirles a sus abogados que escriban a West Ham y Everton para que expliquen si conocían a Sala, cuál era su valor y si, además, tienen videos de su juego y estadístic­as de su performanc­e en Nantes.

Nantes se basa en la legislació­n francesa. Para ellos, el Certificad­o Internacio­nal de Transferen­cia (CIT) fue recibido el 21 de enero, antes de la caída del avión y eso marca el fin de su relación contractua­l con Sala. Ese día desapareci­ó el Piper Malibu, hallado 13 días más tarde. Pero ayer apareciero­n inspectore­s tributario­s en Nantes para investigar supuestas irregulari­dades del presidente Waldemar Kita, a quien acusan de evasión fiscal.

El club francés, además, tiene otro problema: debe compartir con Bordeaux el 50 por ciento de la transferen­cia de Sala por un acuerdo cuando fue comprado a ese club francés. ■

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