Clarín

La falsa historia del changarín que se viralizó en todo el mundo

“No hay empresario ni camioneta ni maletín ni dólares ni revólver”, le confirmó a Clarín el fiscal de Nogoyá.

- Javier Firpo jfirpo@clarin.com

En una radio de su ciudad, en Entre Ríos, José Sánchez (40) contó que había encontrado en la calle un maletín con medio millón de dólares y que se lo había devuelto a su dueño, un empresario. Y que éste, como recompensa, le ofreció un millón de pesos, que él rechazó. “Sólo pedí un trabajo en blanco”, afirmó. Fue entrevista­do por distintos medios locales y nacionales, y la noticia se extendió a través de las redes sociales. La replicaron agencias y portales del exterior. Por la noche, el fiscal de Nogoyá, Federico Uriburu, le confirmó a Clarín que “no hay empresario ni maletín”. Y que “todo es mentira”.

La historia del día. El hombre humilde que conmueve con gestos en extinción. El changarín que se gana la vida pintando casas y que devuelve medio millón de dólares que se encuentra dentro de un maletín en plena calle. El muchacho, padre de familia, desemplead­o, que no aceptó la recompensa de un millón de pesos.

José Leandro Sánchez, de 40 años, fue el héroe del día martes. Con su gesto, conmovió a un país, a una sociedad ávida de actitudes como la de Pepe, como le dicen en Nogoyá, la localidad en- trerriana que un día fue tendencia en las redes.

La ejemplar historia de Sánchez empezó a dibujarse el fin de semana, cuando el periodista local Maximilian­o Medrano publicó en su muro de Facebook un último momento: “Hace unos minutos, un nogoyaense habría encontrado un maletín con aproximada­mente 500.000 dólares. Ante el nerviosism­o de semejante hallazgo, me mandó un mensaje porque no sabía qué hacer con dicho dinero. Me comuniqué con la persona en cuestión, se trataba de ‘José S.’ quien nos prometió su visita en los estudios de radio (FM Libertad) para narrarnos detalladam­ente esta historia”.

De aquí en más, la gesta de Sánchez cruzó fronteras y se transformó en la buena noticia del día, en ese refresco necesario para paliar tantas pálidas, ese bálsamo que brinda la esperanza de que todavía se puede... En cada reportaje que Sánchez dio para contar lo sucedido de memoria, insistía en que no quería una recompensa económi- ca, sino un trabajo en blanco.

¿Qué contaba puntualmen­te? No queda muy claro, pero más o menos así: un hombre (Gustavo Schulz, dijo) bajó de su camioneta roja hablando por celular, discutiend­o, con gestos ampulosos y abandonó -inexplicab­lementeun maletín en una calle concurrida del barrio comercial Villa 3 de Febrero. Testigo de esa secuencia, Sánchez levantó el maletín, lo abrió, se obnubiló con la marea verde y se atragantó con el revólver negro.

Es la punta del ovillo de un gran cuento de ficción, que nunca existió. “Siendo las 20 horas del martes, estoy en condicione­s de decir que todo es mentira”, le dijo a Clarín el fiscal de Nogoyá Federico Uriburu. La fiscalía intervino porque tanto Sánchez como Medrano dijeron que dentro del maletín había un arma de fuego.

Mientras Sánchez seguía su raid mediático cumpliendo a pie juntillas la letra de su parlamento, el fiscal Uriburu le confirmaba a este diario que “no hay empresario ni camioneta ni maletín ni dólares ni revólver. Nadie vio nada”.

Para fortalecer sus dichos, el fiscal agregó: “La policía caminera en ningún momento visualizó una camioneta Chevrolet S-10, de color rojo, doble cabina, como la que describe Sánchez, y las cámaras de seguridad de la calle Paraná, donde encontró el maletín, no muestran absolutame­nte nada”.

El fiscal remarcó el tema de las cámaras: “Hay cuatro que apuntan perfectame­nte hacia la zona que él describió y no se advierte nada, tampoco ningún movimiento extraño. No tiene correlato lo que dijo con lo que se pudo corroborar”.

También Sánchez fue “entrevista­do” por personal de la División Investigac­iones de Nogoyá, que concluyó - según el fiscal- que “lo que contestó es poco creíble, con detalles confusos, como cuando describió al presunto dueño de la plata”.

De a poco se va conociendo la reputación de Sánchez, quien pasó de héroe a chanta. “Estuvo hace un tiempo en la tele, donde se presentó como mago, y cuando salió al aire se tragó un papel y se atragantó. Hubo que suspender el programa, que estaba en vivo”, se ríe el propio fiscal, que vaticina que “tiene todos los pergaminos para desembocar en el Bailando”.

¿Los pasos a seguir? “Probableme­nte no hagamos nada desde la fiscalía. Descartada la versión y descartado el hecho (dólares más arma de fuego), no tenemos nada para hacer”, concluyó Uriburu. ■

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