Clarín

Danza de dólares y una pregunta clave: ¿alcanzan?

- Daniel Fernández Canedo dfcanedo@clarin.com

El comunicado del equipo técnico del FMI adelantand­o el desembolso de US$ 10.870 millones abrió una ventana que permitió una bocanada de aire fresco para la golpeada economía argentina. El Gobierno logró los dólares y la autorizaci­ón para que el Tesoro pueda vender US$ 9.600 millones a partir de abril en el mercado con el doble propósito de conseguir pesos para cubrir el déficit y aumentar la oferta de divisas tras el supremo objetivo de mantener calmado el dólar.

El Fondo Monetario, además, fijó la forma en que se venderán esas divisas (a razón de US$ 60 millones diarios en licitacion­es públicas) y ratificó la vigencia de la banda cambiaria (piso de $ 39,08 y techo de $ 50,58) en la que el Banco Central no puede intervenir comprando o vendiendo dólares.

El esquema se completa con que el "piso" de la banda subirá mensualmen­te a razón de 1,75% y no 2% como antes y con la prolongaci­ón hasta fin de año de la política de crecimient­o "cero" de la base monetaria.

A modo de síntesis, el esquema se basa en que entrarán más dólares, que servirán para aumentar la oferta de divisas y que, por otro lado, habrá menos pesos con el doble objetivo de contener la inflación y de que circule menos plata para que las empresas y la gente compren dólares.

Un mecanismo de contención para enfrentar uno de los temores de trasfondo, que es cuál será el alcance en esta oportunida­d del proceso de dolarizaci­ón de carteras que caracteriz­a a los años electorale­s.

Es en ese contexto que surge la pregunta más sensible de estos días: ¿alcanzan los dólares del FMI y de las exportacio­nes del campo para cubrir la demanda de este año?

Todas las respuestas son parciales ya que se desconoce qué porción de los depósitos que hoy están a plazo fijo se renovarán en los próximos meses y cuáles podrían pasarse a dólares.

El economista Daniel Artana, de FIEL, calculó que hay entre $ 4.000 y $ 5.000 millones de colocacion­es a plazo fijo que podrían pasarse a dólares y que a esos se le sumaría la mitad de los vencimient­os de Letras del Tesoro que serían unos $ 9.000 millones. Así, la demanda podría rondar en US$ 10.000 millones.

El proceso de dolarizaci­ón de la Argentina del último año tuvo un pico en mayo del año pasado, cuando la corrida cambiaria había cobrado fuerza, alcanzando los US$ 4.616 millones. El punto mínimo lo marcó noviembre con una cifra levemente superior a los US$ 400 millones en un contexto en que el la fuerte deva- luación ya se había producido y las tasas de interés altas ganaban preferenci­a entre los inversores. La dolarizaci­ón de enero volvió a los 2.000 millones de dólares y, según la consultora Quantum que dirige Daniel Marx: “la demanda promedio mensual podría ubicarse en 1.500/2.000 millones de dólares”.

Así, según esa consultora, "ese monto sumado a un déficit de cuenta corriente para lo que resta del año del orden de los US$ 4.000 millones, podría transforma­r en insuficien­tes los US$ 9.600 millones del Tesoro”.

Pero a esa oferta le falta lo que pueda venir del sector privado, tanto de inversione­s como de portafolio­s y de las provincias. Aunque todo dentro de un equilibrio ajustado.

En este marco cobra relevancia lo que haga el Banco Central para favorecer que los bancos le ofrezcan tasas más altas a los ahorristas.

La distancia que hoy separa a la tasa de las Letras de Liquidez (Leliq) que reciben los bancos y la de los depósitos a plazo fijo es amplia. Para los primeros es de 64% y para los segundos ronda 40% anual.

La idea que el Central conversa con los bancos es hacer licitacion­es mensuales de Leliq pero comenzando de a poco porque, en esencia, "el manejo de la liquidez seguirá siendo de 7 días" lo que demuestra la necesidad del monitoreo diario.

El grado de sensibilid­ad es tal que la suba de 1,25% del dólar del martes (el mayorista terminó en $ 40,50) se habría debido a que el Tesoro pagó la renta de un bono en pesos por el equivalent­e a US$ 350 millones y parte de ese dinero se transformó en divisas.

Y eso fue porque, todavía no están entrando los dólares de las exportacio­nes de granos que el Gobierno espera con ansiedad a partir de la semana próxima.

Con los anuncios del FMI y los dólares del campo el Gobierno aspira a tranquiliz­ar el mercado cambiario en las próximas cuatro semanas cuando deberá seguir mostrando datos malos en materia inflaciona­ria.

Las consultora­s estiman que la inflación de este mes se ubicará entre 3,5 y 3,7%, muy cerca del 3,8% de febrero que marcó un punto de inflexión de la mano del aumento de las tarifas y la carne.

En abril impactará la suba del gas y ahora se espera que recién en mayo la suba del costo de vida pueda ubicarse por debajo de 2%.

La columna del domingo del economista Ricardo Arriazu en Clarín titulada "La calesita de los precios relativos" puso el foco sobre la demora de la política de contracció­n monetaria para bajar la inflación y en la puja constante de todos los jugadores de la economía por mejorar sus precios. Un marco difícil en el comienzo de las negociacio­nes paritarias cuando se proyecta que el piso de la inflación del año superará 30%. El esquema económico se encamina a cumplir el objetivo primario de llegar a las elecciones de octubre. ¿Después? ■

Con los anuncios del FMI y los dólares del campo, el Gobierno aspira a tranquiliz­ar el mercado cambiario en las próximas cuatro semanas.

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