Dan marcha atrás con un insólito enroque de nombres de dos calles
Son los pasajes Munich, en Belgrano, y China, en Villa Ortúzar. Pero los vecinos se opusieron.
La calle China son apenas 120 metros de largo en un barrio de suelo empedrado y amistad vecinal. La flanquean casas bajas, en la manzana triangular que completan La Pampa y Combatientes de Malvinas, en Villa Ortúzar. A 40 cuadras de allí, en Belgrano, está el pasaje Munich, que va de Arribeños a 11 de Septiembre, entre Monroe y Blanco Encalada. Hasta hace unos meses, lo poco que tenían en común ambas calles eran su extensión y su tranquilidad.
Pero un proyecto de ley unió esos pasajes en lo que resultó una insólita polémica. El texto proponía trocar sus nombres: que China se llame Munich y Munich se llame China. Lo que a primera vista parecía apenas un trámite terminó provocando la oposición de vecinos ante lo que consideraron una falta de respeto a su identidad barrial. Y hasta despertó una vieja controversia en el cercano Barrio Chino, donde también hay muchos comerciantes de origen taiwanés, reticentes a tener una calle con el nombre de quienes consideran sus enemigos históricos. A tal punto se armó revuelo que, de manera infrecuente, la gente logró que se diera marcha atrás con el plan.
El proyecto había sido impulsado por el Consejo de Institucio- nes y Colectividades de la Defensoría del Pueblo y presentado en la Legislatura por los diputados Jiang Ping Yuan y José Luis Acevedo (Vamos Juntos). Incluso había recibido el apoyo de las Comunas 13 y 15. Tras una primera aprobación en diciembre, ayer fue la audiencia pública, para la que los vecinos de ambos barrios fueron preparados. Pero ocurrió lo inesperado: los mismos promotores del plan pidieron darlo de baja.
“Propusimos esto de buena fe, pero nos dimos cuenta de que el proyecto no era tan oportuno, por lo cual solicitamos que vuelva a comisión y se archive. Les pedimos disculpas”, dijo ante el micrófono Juan Esteban Balestretti, subsecretario del Consejo de Instituciones y Colectividades.
Con todo, los vecinos expusieron como habían planeado. Carlos Bruzera y Arnaldo Mamianetti son amigos desde hace siete décadas, y ambos viven en la calle China. “Cuando tenía 10 años, jugaba con él a la pelota, a la mancha. Ahí está parte de mi vida”, relató Carlos en la audiencia. Minutos después, su hija Adriana también subió al estrado para poner fin a una discrepancia geográfica: “El pasaje China queda en Ortúzar. Has- ta algunos vecinos que están con la causa creían que era Parque Chas”. En el mismo error se incurrió en el texto del proyecto, fallido que sirvió incluso para justificar el trueque: bautizar Munich a China es “conveniente”, porque “la mayoría de las calles de Parque Chas tienen nombres de ciudades europeas”.
En el proyecto se cometió otra inexactitud, la de incluir a Munich como parte del Barrio Chino, aunque este último llegue sólo hasta Olazábal. Para algunos vecinos, no fue casual y creen que en realidad se buscaba extender el Barrio Chino. ■