Clarín

Europa y China se alían ante las trabas comerciale­s de EE.UU.

La UE y Beijing buscan salidas frente al proteccion­ismo de Trump.

- Idafe Martin elmundo@clarin.com

El terremoto geopolític­o que provoca la gestión de Donald Trump lleva a Europa a buscar aliados más allá de su tradiciona­l amistad con Estados Unidos. China, “rival sistémico” según un documento de estrategia de la Comisión Europea, es a la vez un socio cada vez más estrecho.

La cumbre euro-china de esta semana, celebrada en Bruselas a la sombra de la última reunión sobre el Brexit, sirvió para que europeos y chinos se comprometi­eran a hacer frente común contra el proteccion­ismo de la Administra­ción estadounid­ense y para que prometiera­n acelerar sus negociacio­nes para lograr un acuerdo bilateral sobre inversione­s.

El primer ministro chino Li Keqiang y los presidente­s de las institucio­nes europeas Jean-Claude Juncker y Donald Tusk anunciaron esa alianza contra Washington tras días de negociacio­nes para forjar un comunicado conjunto en el que China se comprometi­ó a promover un comercio global “fundado en normas” y, logro clave para Bruselas, a hacer más fácil el acceso de las empresas europeas al mercado chino.

China se comprometi­ó también a apoyar a Europa en la reforma de la OMC y en otros asuntos como la lucha contra el cambio climático (Trump sacó a EE.UU. del Acuerdo de París), la defensa del acuerdo nuclear iraní (que Washington también denunció), el desarrollo de energías renovables o incluso en la idea de buscar una solución política pacífica a la crisis venezolana alejada de las iniciativa­s estadounid­enses.

El comunicado de la cumbre del martes en Bruselas, de siete páginas, es una lista de promesas. Europa, con cautela, intenta moverse junto a Beijing para hacer peso frente a Washington mientras intenta controlar a los miembros de la UE, que podrían estar tentados a unirse a la Nueva Ruta de la Seda china para atraer inversione­s, como ya hizo Italia.

El punto clave de la cumbre es la lucha contra el proteccion­ismo. Keqiang se comprometi­ó ante la prensa a hacer que China promueva “un comercio fundado en normas” y a “combatir el unilateral­ismo y el proteccion­ismo”.

Nadie nombró a Donald Trump pero todos los mensajes que salieron del Consejo Europeo iban dirigidos al inquilino de la Casa Blanca justo cuando Washington sigue dialogando tanto con Beijing como con Bruselas para evitar una escalada de aranceles que desate una guerra comercial global. A la vez, los embajadore­s europeos en Bruselas dieron permiso el jueves a la Comisión Europea para entablar negociacio­nes comerciale­s con EE.UU.

Keqiang también prometió que China cambiará el trato que da a las empresas europeas. Si cumple su promesa será una gran noticia para los europeos, que llevan años protestand­o porque consideran que el mercado europeo está abierto a las inversione­s chinas mientras las empresas europeas se enfrentan en el país asiático a todo tipo de oscuras normas y restriccio­nes de inversione­s, así como a discrimina­ciones frente a empresas nacionales e incluso a transferen­cias forzosas de tecnología­s.

Este último punto es clave para Europa y China prometió acabar con esas transferen­cias forzosas de tecnología­s, que obliga a las empresas europeas a entregar su tecnología a sus socios chinos e incluso a las autoridade­s industrial­es de Beijing.

Europa también se guarda las espaldas. Las institucio­nes europeas aprobaron ya una nueva norma por la que la Comisión Europea tendrá el poder de revisar cualquier gran inversión de un tercer país en sectores estratégic­os europeos, una norma principalm­ente destinada a frenar inversione­s chinas en sectores que Europa considere de importanci­a estratégic­a como nuevas tecnología­s o infraestru­cturas de transporte­s.

Bruselas, para alegría de China, no vetará en principio la participac­ión de la tecnológic­a china Huawei en el despliegue de las redes de tecnología 5G en Europa aunque vigilará su actuación. EE.UU. sí veta a esa firma, a la que considera un caballo de Troya del espionaje chino. Keqiang aplaudió esa decisión y dijo que las denuncias de Washington no se sostienen “en ninguna prueba”.

La alemana Angela Merkel y el francés Emmanuel Macron habían pedido una semana antes al presidente chino Xi Jinping que no jugara a dividir a los europeos.

Bruselas tiene dudas pero fuentes comunitari­as ponen en valor las promesas chinas porque consideran que la UE ya consiguió de Beijing más que Washington sin tener que meterse oficialmen­te en unas inciertas negociacio­nes comerciale­s. ■

Bruselas no vetará la participac­ión de la china Huawei en el despliegue de la tecnología 5G

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