Clarín

Reservas: hay munición suficiente

- Ex director del BCRA Alejandro Henke

Argentina ha entrado en un período en el que la dinámica electoral y económica se realimenta­n de forma perversa y, esta vez, con especial fuerza por las expectativ­as que tiene el mercado sobre lo que harían los dos potenciale­s candidatos que hasta ahora se muestran con más chances.

La pregunta esencial es: ¿Hay suficiente­s dólares para responder a la esperable dolarizaci­ón de carteras que se suele dar antes de las elecciones? Para intentar responderl­a podemos analizar distintos escenarios de dolarizaci­ón de carteras y de disponibil­idad de reservas.

El total de Reservas Internacio­nales (RI) del BCRA -que son líquidas- asciende, en números redondos, a US$ 77.500 millones. Además, luego del segundo trimestre y en plena ebullición preelector­al, el FMI realizará otro desembolso de unos US$ 5.400 millones. Redondeand­o, el BCRA tendría US$ 83.000 millones líquidos de “munición” para defender el peso en caso de corridas extremas en la época de mayor convulsión electoral. Surge aquí la parte mas importante del análisis: ¿Cuánta “munición” tiene “el enemigo”? (con el perdón de la palabra, ya que se trata de todos aquellos que busquen protección en el dólar). Resulta fundamenta­l separar el “dinero transaccio­nal” (billetes y monedas más fondos a la vista en los bancos) de las inversione­s financiera­s. El primero es el necesario para realizar operacione­s de pago diarias y en las experienci­as locales e internacio­nales pudo observarse que no suele disminuir mucho en casos de corridas -se mantiene relativame­nte constante en términos del PBI.

Si consolidam­os el BCRA con los Bancos y el Gobierno, las RI podrían utilizarse para entregar dólares a aquellos ahorristas que actualment­e tienen invertidos sus ahorros principalm­ente en plazos fijos, depósitos en dólares, LETES o LECAPs y que, por desconfian­za o miedo, quisieran dólares físicos o en el exterior. Los vencimient­os de bonos del tesoro en este período no son tan relevantes. Todas estas inversione­s sumadas y convertida­s al tipo de cambio de hoy alcanzan casualment­e un nivel prácticame­nte igual al de las RI.

Supongamos un escenario muy extremo en el que todos los depósitos a plazo fijo en pesos y en dólares que “entraron” a partir de abril de 2018 (cuando comenzó la corrida) “se van” antes de las elecciones. Más aún, supongamos que el Ministerio de Hacienda sólo pudiera renovar el 30% de las LETES y el 20% de las LECAPs emitidas. Con un dólar en el techo de la zona de no intervenci­ón, este escenario extremo llevaría el nivel de RI a unos confortabl­es US$ 43.000 millones. Debe destacarse que no incluimos en este análisis los US$ 25.000 millones producto de la liquidació­n de una extraordin­aria cosecha.

Surge con claridad que el nivel de RI es estructura­lmente de los más sólidos que tuvo el país para enfrentar una corrida cambiaria. Quizás lo que genere dudas es el nivel de “dosificaci­ón” al que está sometido el BCRA. Los US$ 210 millones diarios a los que está limitado (US$ 150 millones diarios en caso de llegar a la banda superior más los US$ 60 millones diarios que puede vender el Tesoro) parecieran generar “sabor a poco”. Como solía repetir un presidente del BCRA con varias batallas en sus espaldas, “a los soldados no se los manda de a uno, se los manda todos juntos”. Las autoridade­s están tratando de negociar más flexibilid­ad por parte del FMI. Difícil. La caída diaria del dólar mayorista desde que el FMI aprobó un nuevo desembolso de US$ 10.800 millones pareciera indicar que el mercado está comenzando a valorar más la cantidad de munición que el compromiso de dosificarl­a. Pero como en el fútbol, hay que jugar el partido y éste recién empieza. ■

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