En primera persona
Martel vivió un año en el Vaticano. Entrevistó a cardenales, a obispos, a nuncios apostólicos. En muchos países-acá tambiéncolaboradores suyos hablaron con sacerdotes. Dice que tiene todo grabado y que por ahora -en Europa el libro salió en febrerono tuvieron ningún juicio.
“Yo soy como Santo Tomás, para creer necesito comprobar”, escribe. “Dijeron que me había invitado, no es cierto”, asegura. “Me invitaron, pero no el Papa”. Martel tuvo una educación de fuerte orientación católica hasta los 12, 13 años. “Era muy cercano a mi cura, y él murió de SIDA. Nunca me incluyo en los libros pero esta vez termino el libro hablando de él”. ■