Agobiado por la crisis, Maduro extiende a toda la semana el feriado de Pascuas
El presidente adjudicó la medida a una cuestión de fe. “Son días para la fe, el sano disfrute y la unión familiar”, dijo. Por los apagones, ya no se trabaja los viernes.
La crisis energética está llenando el calendario venezolano de días “francos”. Ya la semana pasada, Nicolás Maduro anunció que los viernes de abril y mayo serán “no laborables” y además redujo la jornada laboral. Con constantes apagones en todo el país, el líder chavista dio otra vuelta de tuerca a la estrategia de ahorrar energía, decretando “no laborables”, ayer lunes, hoy martes y el miércoles para que los venezolanos puedan “disfrutar” de la Semana Santa. Maduro no adjudicó la medida a la crisis enérgica que golpea al país, sin luz ni agua, sino a una cuestión de fe plena.
“Decreté los días lunes 15 de abril, martes 16 de abril y miércoles 17 de abril como no laborables para que nuestro pueblo pueda disfrutar a plenitud el asueto de Semana Santa 2019. Son días para la fe, el sano disfrute y la unión familiar. ¡Un abrazo fraterno!”, anunció vía Twitter.
Maduró ya animó el Domingo de Ramos a los venezolanos a renovar su fe. “Renovemos nuestra fe, orando a nuestro Señor Jesucristo para que nos guíe por el camino de la paz y nos dé todas sus bendiciones”, escribió en la misma red social.
La crisis en Venezuela se agravó el pasado 10 de enero por la decisión de Maduro de iniciar un segundo mandato que no reconocen ni la oposición ni gran parte de la comunidad internacional por considerar que las elecciones presidenciales del 20 de mayo fueron un fraude.
El 23 de enero, el diputado opositor Juan Guaidó se autoproclamó “presidente encargado” de Venezuela obteniendo el reconocimiento de buena parte de la comunidad internacional, incluidos Estados Unidos, la mayoría de países latinoamericanos y numerosos europeos, para que gestione una transición pacífica que culmine con nuevas elecciones.
Además de su crisis institucional con dos gobiernos en paralelo en guerra, el país atraviesa una crisis económica devastadora, con una inflación pronosticada pro el Banco Mundial en 10.000.000% para 2019 y una contracción del PBI de 25%.
“Nada podría preparar a la región para la escalada de la crisis económica, social y humanitaria en Venezuela, por lejos la peor crisis en la historia moderna de la región”, sentenciaron los expertos del Banco Mundial en el informe semestral del organismo, sobre las previsiones de crecimiento de América Latina y el Caribe.
El Banco Mundial considera que las condiciones socioeconómicas de Venezuela “siguen deteriorándose rápidamente” por la caída de los precios del petróleo, las políticas “altamente distorsivas” del gobierno de Nicolás Maduro, ajustes fiscales desordenados y una mala gestión económica.
El régimen de Maduro achaca toda la crisis económica y también la energética, a una conspiración encabezada por EE.UU., con el apoyo de Colombia, Chile y otros países de Amércia Latina. Ayer, incluso, la canciller Delcy Rodríguez, denunció esos países junto con Brasil preparan una intervención militar, con el supuesto objetivo de derrocar a Maduro. Rodríguez anunció en Twitter de que “funcionarios de Estados Unidos, Colombia y Brasil complotan para desconocer la voluntad del pueblo de Venezuela mediante la violencia militar”.
Pero la crisis no le da tregua al régimen de Maduro y estos días sacó otra medida de la galera: ordenó al cuerpo de milicia, que ya integran, según el mandatario, más de dos millones de combatientes, dedicarse a la producción de alimentos, al tiempo que prometió un milagro económico en el país caribeño. “En este momento procedo a darles la orden a las 51.743 unidades populares de defensa integral de dedicarse a la producción en todo el territorio nacional, para ver reverdecer un milagro productivo”, dijo Maduro durante un acto con los milicianos en el suroeste de Caracas.
“Fusil al hombro, listos para defender la patria, y abriendo el surco para sembrar la semilla y producir el alimento para la comunidad, para el pueblo”, añadió.
Venezuela, el país con las mayores reservas de petróleo del mundo, atraviesa por una acuciante crisis económica que se traduce en escasez e hiperinflación. El Parlamento, que controla el antichavismo, dijo que la economía de Venezuela perdió 55,17 % de su tamaño entre 2013 y 2018. ■