Educación: se pregunta quién se dejó perder el respeto
Las cosas van evolucionando tanto sea en la ciencia como las formas de vida. De un tiempo donde se hablaba bajo decreto, hoy se interrumpe cualquier conversación seria por parte de los nenes. De ver a la maestra como la segunda madre, se ha pasado a verla como a una simple asalariada a quien no se la respeta. Por supuesto que al no respetar a la primera, ¡cómo hacerlo con la segunda!
Todos pretenden imponer sus voluntades. Los pedidos que hacen son los correctos y pretenden imponerlos a quien sea. Los maestros, conducidos por un paladín de la justicia, pretenden que les den aumentos salariales y mejoras laborales. Que los alumnos no les peguen será la próxima reclamación. Pero ¿quién se dejó perder el respeto? Los chicos no lo violaron, ellos lo permitieron. De por sí las autoridades son autistas y pretenden los sindicalistas respuestas urgentes y afirmativas.
En Río Cuarto (provincia de Córdoba), los alumnos reclamaron por sus derechos a aprender, haciendo una sentada frente al colegio. ¿Por qué? ¡Porque no les daban suficientes días de clase! Entonces quien apareció en primera línea fue la sindicalista a defender a los profesores. Estamos llegando al colmo de lo ridículo. Además de pelearnos contra todos lo hacemos contra nuestra propia sombra.
Los alumnos diciendo que los profesores deben cumplir su obligación, habla bien de la juventud. Pero ¡es de Ripley!