La barbarie nazi y la hora de la rendición
29 de abril de 1945 (74 años)
La Segunda Guerra Mundial llega a su fin en Europa. El Tercer Reich de Hitler que iba a durar mil años, se derrumba: los cañones soviéticos disparan contra la Cancillería en Berlín. Con esa música, Hitler se casa con Eva Braun: se suicidarán al día siguiente. Mientras Hitler se casa, una ceremonia de tragedia wagneriana, las tropas nazis al mando del general Karl Wolff, de las SS y del comandante del X Ejército, Heinrich von Vietinghoff, firman en Italia su rendición incondicional. Mientras Hitler se casa y la Wehrmacht se rinde, el Ejército de Estados Unidos libera el campo de concentración de Dachau, a trece kilómetros de Munich. La barbarie nazi queda expuesta ante los ojos aliados. El general Eisenhower dirá tras visitar los campos: “Las cosas que vi son increíbles. Quiero dar evidencia por si, en el futuro, alguien quiere negar tal brutalidad o adjudicarla a la propaganda.” Lo bien que hizo: sabía cuáles bueyes iban a arar esos campos.