A pulmón, rescatan perros y gatos maltratados y les dan una nueva vida
Día del Animal. Historias de proteccionistas independientes y organizaciones que se dedican a salvarlos, curarlos y conseguirles un hogar tras abandonos y golpizas.
Eliana Mantoani tiene 43 años y hace 10 que empezó a “levantar” perros de la calle. Eso es: curarlos y conseguirles un hogar. En su casa ya tiene 15. “No eran susceptibles de adopción y me los quedé”, cuenta a Clarín, rodeada por su manada en Monte Grande.
Todos son petisos. Todos cruza “de cordón con vereda”. Algunos ciegos, otros sordos. Algunos llegaron cuadripléjicos por desnutrición o por un auto que no frenó y los dejó tirados. Todos tienen chapita identificatoria. Pero entre ellos llama la atención Limón. O "Limoncito". Es el “nuevo”. El que “va a estar un tiempo”. El más chiquitito y el único de raza.
La de ella es una historia que visibiliza la de tantas "rescatistas independientes" que se hacen más que un hueco en sus vidas para ayudar a perros y gatos. También están las ONGs, que salen en las noticias por videos de maltrato animal, como el de los 7 perros torturados en Lanús que viralizó días atrás. Con sus diferencias, son la clave para rescatarlos, frente a la falta de presencia del Estado.
“No soy un refugio -aclara Eliana, porque su página Huellitas de Monte Grande tiene más de 6 mil seguidores- soy una madre, ama de casa, que hace esto por ayudarlos a ellos”. Y vuelve a la historia de Limón.
“Yo no quería saber nada con caniches, tuve malas experiencias”, precisa Eliana. En el mundo de los rescatistas se sabe que un caniche blanco tiene 90% más de posibilidades de conseguir un hogar que un callejero. Pero muchas veces los adoptantes sólo buscaban que sea de raza. Y ante el primer ladrido “histérico”, los regalan. Pero la historia de Limón, tan agria, la hizo cambiar de opinión.
Cuesta mirar las fotos del “antes” de este caniche de dos años. No se sabe por qué fue abandonado. Creen que terminó en la calle porque “el ojo se le caía”. La imagen de ese pasado es atroz y aún está en Facebook. Algunos compartieron sus fotos y muchos más pasaron rápido para no verlo en carne viva. Ella no. Y decidió ofrecerse como nexo para conseguir ayuda. Así Limón entró a su vida, el 7 de marzo. Bajo su cuidado volvió a estar internado, se le hizo una transfusión y más estudios. Detectaron que además de ehrlichia, que se transmite a través de la garrapata, tiene hipotiroidismo. “Estamos viendo si le salvan el ojo o no. Tenía todo el ojo agusanado. Si te fijás en el costadito le cuelga un pedacito de piel de la boca. Estaba todo estropeado. Como los encontrás siempre en la calle”, detalla Eliana.
Un dato imposible de saber es cuántos peros y gatos hay en la calle. En Mascotas de la Ciudad, del Gobierno porteño, respondieron a Clarín que no tienen esas estadísticas. En la provincia de Buenos Aires la respuesta es calcada. Pero se habla de un estimativo de unos 6 millones de perros y gatos en esa situación. Así lo publicó el Colegio de Veterinarios bonaerense en su sitio web, donde buscan generar conciencia sobre la adopción.
Ayudar tiene un costo. Eliana cuenta que el gasto promedio por cada perro que rescata en muy mal estado va de $ 11.000 a $ 27.000; y cuando no está tan grave, el promedio es de $ 5.000. Recibe ayuda de gente que fue conociendo su trabajo y ella detalla cada gasto -con factura- en su sitio de Facebook. El 11 de mayo, organizará una feria americana para recaudar fondos, con más de 15 puestos de artesanos y emprendedores. Será en Recarte 250, Monte Grande, de 13 a 18.
Otra historia de rescate, también en zona sur, se viralizó en las últimas semanas. El miércoles 3 de abril, a las 18.26, la agrupación "Una cucha x favor" recibió un video donde se ve a una mujer ahogando a un perro y sacándolo del agua antes de que muera, torturándolo, en su casa de Lanús. Marina Schiaffino, a cargo de la agrupación, lo compartió por distintos grupos de WhatsApp de proteccionistas y refugios. El video había sido grabado por un vecino apenas minutos antes. Poco después recibieron una segunda grabación en el que ve pegándole brutalmente a otro perrito con un cinturón. Leila Simonian, de la fundación Soplo de vida, le contó
a Clarín que dieron aviso al 911 y esperó una hora a que llegara la Policía.
Para las 21, la historia era viral y famosos como Candelaria Tinelli y Julián Serrano lo compartieron. "Pero en ese momento (frente a esa casa) éramos Marina, una voluntaria de la agrupación y yo", aclara Leila.
Y sigue: "Le mostramos a uno de los policías los videos, les pedimos que se quedara en el lugar. Nos abrió un vecino (el que había filmado) e ingresamos a un patio común donde estaban todos los perros. Eran 7, estaban llenos de garrapatas, uno estaba encadenado, morían de miedo".
La clave en su relato es que compartir, aunque no se pueda acudir al lugar, ayuda; pero lo crucial es involucrarse. "La mujer nunca apareció, a pesar de que la llamamos reiteradas veces, ya que según los vecinos estaba bajo los efectos del alcohol casi desmayada", describe Leila.
"Esa noche nos contactaron telefónicamente del Municipio de Lanús y nos brindaron su apoyo. Pero nosotros nos fuimos y repartimos a los perros por distintos hogares de tránsito por Capital Federal", detalla.
¿Cual fue el destino de los 7 perros torturados? Ringo, quien aparece en el video, ya tiene su hogar en Wilde. De un año y medio, según dice Marina Ferraro, "no sabía qué era pasear". Hace una semana llegó a su casa y aún demuestra mucho miedo. "Apenas vi el video supe que tenía que adoptar a uno de esos perros. No me podía quedar como si nada", dice la médica de 32 años. Barton fue adoptado en Capital y Otto finalmente conquistó a quien en principio sólo iba a ser su “transitante” en Almagro. Zoe fue adoptada a partir de su visita, por ese video viral, al programa de televisión de Leo Montero. Lucy y Paquito a partir de ahora también son "porteños". Y Eva esta en Palermo, en su casa de tránsito. Es la única que aún no fue adoptada. Tras las torturas, como aún tiene mucho miedo, está siendo adiestrada en el refugio. ■