Pone el ejemplo de un celular para graficar la inflación
Un teléfono celular es algo que casi todos conocemos. Sus primeras versiones servían para hablar pero paulatinamente fueron agregando mensajería, acceso a internet, posibilidad de ejecutar aplicaciones como Facebook, WhatsApp o Instagram y fotografía. Supongamos que una empresa produce un modelo con todas esas características y los vuelca al mercado pero por una actualización ya no corren Facebook, WhatsApp, Instagram. Obviamente la demanda caería y los comercios bajarían su precio para desprenderse de un producto que ya no tiene uno de los atributos más deseados. Seguramente lo comprarían los que no dispongan de mucho dinero y necesiten imperiosamente un aparato para su objeto original, que es hablar por teléfono. En resumen, el mercado de este producto estaría restringido a los que no les queda otra alternativa.
La moneda por definición tiene, en palabras sencillas, tres atributos: ser intercambiable por otros bienes, servir para establecer el valor de las cosas y poder atesorar riqueza a lo largo del tiempo. No hace falta aclarar que, como el celular del ejemplo, el peso argentino sólo conserva el primer atributo y sólo porque es de curso obligatorio para cancelar obligaciones reguladas como el pago de sueldos e impuestos. Tiene que competir con otras monedas que tienen todos los atributos y ante ellas vale cada vez menos... como el celular.
Nuestro celular caído en desgracia ya es difícil de vender y para que no baje más de precio el fabricante les hace una bonificación a los comercios para que guarden en depósito sus existencias y los pongan de a uno a la venta. ¿Qué pasaría si el público se enterara de este stock sobrante? Seguramente el precio bajaría aún más sabiendo que en algún momento saldrán a la venta. Exactamente eso es lo que ocurre en el mercado que sabe que miles de millones de pesos están “guardados” en Leliq que “en algún momento saldrán al mercado”.
La inflación es esta pérdida de valor de la moneda y éste es el proceso. Ricardo Forgione Tibaudin rforgione@ushuaia.com.ar