“Con el tiempo asumís que estás afuera de la Selección y por qué”

Era sólo un bebé, pero ya sabía lo que significaba la Selección argentina de voleibol. Se crió escuchando las historias de papá Jon, medallista de bronce en el Mundial de Argentina 1982 y en los Juegos Olímpicos de Seúl 1988. Cuando tenía 16 años su padre se transformó en el entrenador de ese equipo mientras él comenzaba a ponerse la camiseta celeste y blanca en los seleccionados juveniles al tiempo que comenzaba su incipiente carrera profesional. ¿Cómo no tendrá entonces un valor especial para Nicolás Uriarte haber regresado a la Selección nacional?

“No entraba al CeNARD desde hacía tiempo y las cosquillas me volvieron al cuerpo cuando comenzaron los entrenamientos”, le cuenta a Clarín con una risa nerviosa. La charla durará 20 minutos y Uriarte no dejará de sonreir.

Como parte del flamante ciclo de Marcelo Méndez, el armador dejó en claro que tras tres años lejos del seleccionado hoy sólo disfruta competir en la Liga de las Naciones.

“Prefiero no hablar de lo que pasó. Ahora estoy acá. No hubo peleas ni nada. Son situaciones de esos momentos. Uno siempre busca lo mejor para uno y lo mejor para la Selección y no creo que valga la pena revolver mucho porque no pasaron grandes cosas. No son cosas lindas, pero así se da la vida y el deporte”, cuenta lo justo Uriarte.

Con esas palabras esquiva a medias la pregunta sobre aquella discusión que, en la previa de Río de Janeiro 2016, tuvo con Julio Velasco sobre su rol en el equipo. Su relación con el ex entrenador quedó fulminada. Uriarte renunció a la Selección y no volvió sino hasta ahora de la mano de la nueva conducción. Es que la llegada de Méndez, entrenador suyo en Sada Cruzeiro en 2018, le reabrió las puertas para jugar para Argentina.

“Tenía muchas ganas de volver a arrancar y de volver a entrenarme con el grupo. Estoy feliz solamente con trabajar con la Selección, con haberme sumado y con meterle para adelante. Es siempre un orgullo tener la posibilidad de vestir esta camiseta. Queremos que Argentina llegue lo mejor posible al Preolímpico para clasificarnos a Tokio 2020. Eso es lo más importante”, explica el jugador de 29 años.

-¿Fue muy difícil ver a la Selección desde afuera durante estos años? -Obviamente que... ¿viste? Al principio...

Uriarte titubea antes de responder, pero se larga a hablar y dice: “Son decisiones... situaciones que pasan. No es nada fácil y por ahí uno no sabe bien cómo reaccionar.

Lo sufrí porque tengo muchos amigos en el equipo desde que éramos juveniles y uno quiere que les vaya bien. Con el tiempo asumís que estás afuera de la Selección y por qué. Acá hay que estar siempre al 100 por ciento en todo sentido. Si estás a medias o con alguna cosa cruzada, al final no termina funcionando. -Con Marcelo Méndez alcanzaste uno de tus mejores rendimientos en Brasil. Debe ser importante para vos que él sea el entrenador.

-Tuve la suerte de convivir con él allá y fue un muy buen año en el que se lograron todos los objetivos. Me puse contento por Marcelo cuando me enteré que él había sido elegido. Y también por la Selección. Argentina tiene grandes entrenadores y que le toque a Marcelo en este momento es algo muy lindo para él. -¿Sentís que el regreso te encuentra en tu mejor momento? Sos bicampeón brasileño, por ejemplo.

-Me agarra en un buen momento aunque ya había tenido otro muy bueno en Polonia. Estoy más grande y con los años le sumé cosas a mi estilo de juego. Insisto: lo más importante para mí es que este regreso me encuentra con muchas ganas. -Argentina tiene en De Cecco, Cavanna y vos a tres armadores de primer nivel. También están Sánchez, Bittar y Giraudo, que son jóvenes y muy talentosos. ¿Cómo se da la competencia interna?

-Tenemos varios armadores que están entre los mejores a nivel mundial. La competencia siempre está buena porque te exige y exige al compañero. Jugará el que esté mejor y el que dé más en la cancha, pero todos tenemos que aportar. ■

Juan Martín Prezzoli