Alberto Fernández consiguió la foto con doce gobernadores opositores
Faltaron Perotti y Rodríguez Saá, aunque le prometieron apoyo. Lo mismo que el frente que gobierna Misiones.
Alberto Fernández logró la foto política más deseada, una postal que hace cuatro años no logra ningún dirigente: posar con doce (trece, por la doble representación de La Pampa) gobernadores y cristalizar su respaldo.
Ni Mauricio Macri, en su momento más expansivo, consiguió una instantánea parecida. Hay que remontarse a 2015 con Daniel Scioli como candidato presidencial aunque, la analogía, -por el resultado final- no le agrade a Fernández.
El candidato, enfocado en tener su propia agenda y reforzar su identidad al margen de las simpatías de Cristina Kirchner, su vice y sponsor, armó con sigilo el encuentro que ayer al mediodía, mantuvo con los jefes provinciales, que llegaron hasta sus oficinas de la calle México al 300. Todos cruzaron después a un salón que está enfrente, donde almorzaron bondiola con batatas y ensalada.
En el balance animoso del albertismo la cosecha empezó el martes con el encuentro con Omar Perotti, gobernador electo de Santa Fe, y se completó con el mensaje que difundió Alberto Rodríguez Saá, mandatorio reelecto de San Luis.
La matemática final es que anudó en 24 horas el respaldo público de quince provincias y sólo quedaron fuera dos peronistas: Juan Manuel Urtubey (Salta), candidato de Consenso Federal y Juan Schiaretti, el cordobés promotor de la boleta corta.
La foto de ayer reunió a varios reelectos: Juan Manzur (Tucumán), Gildo Insfrán (Formosa), Gustavo Bordet (Entre Ríos), Mariano Arcioni (Chubut) y Sergio Uñac (San Juan).
Juntó a los pampeanos Carlos Verna, actual de La Pampa, y al electo Sergio Ziliotto (La Pampa), y a Gerardo Zamora, de Santiago del Estero, que va con “boleta corta”.
A dos que se van, porque no pueden reelegir, pero encabezan las listas de diputados del Frente de Todos en sus provincias: Lucía Corpacci (Catamarca) y Sergio Casas (La Rioja).
A Alicia Kirchner, que buscará su reelección el 11 de agosto, y a Rosana Bertone (Tierra del Fuego) que perdió la elección con Gustavo Melella, mandatario electo de “la isla”.
Domingo Peppo se sumó a la juntada y a la foto a pesar de que perdió una pulseada: al final, Cristina Kirchner impuso su criterio y lo dejó con “boleta corta” en la PASO. Alberto F., que había prometido mediar, fracasó en esa gestión.
El pasajero número trece de los invitados fue Jorge Franco, diputado misionero, ligado al senador Maurice Closs. Fernández estuvo el viernes en Misiones: se reunió con Carlos Rovira -ex gobernador y ”jefe” del frente provincial que gobierna Misiones, con el gobernador saliente Hugo Passalacqua y con el electo, Oscar Herrera Ahuad. Apoyarían la boleta de los Fernández.
“Entre todos vamos a poner el país en movimiento. Con los gobernadores coincidimos en que la prioridad es volver a crecer y defender el trabajo de los argentinos”, declaró Fernández. “Abordamos muchos temas, cada uno hizo un balance de la realidad en nuestras provincias. Fue “extremadamente positivo”, sostuvo Manzur. Perotti y Saá estuvieron ausentes con aviso. En el almuerzo, Alberto F. volvió a criticar el acuerdo comercial suscripto entre el Mercosur y la Unión Europea.
Un rato después, Fernández tuvo otra cumbre potente: visitó al bloque de senadores del PJ que desde la semana pasada preside el cordobés Carlos Caserio, en reemplazo de Miguel Pichetto. En su primer movimiento como ordenador de ese clan diverso y complejo, Caserio juntó a trece senadores para el encuentro con Fernández. “Reuniones como estas sellan la unidad que estamos buscando”, se mostró contento el candidato. ■