Clarín

A cinco años del primer duelo, Nadal y Kyrgios avivan una rivalidad caliente

“Soy mayor como para querer pelearme”, dijo el español, a quien el australian­o le ganó en 2014 con 19 años.

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Las actitudes son muy diferentes cuando se les menciona aquella tarde del 1° de julio de 2014 a Rafael Nadal y a Nick Kyrgios. “No guardo muchos recuerdos de aquel partido”, responde el español. “Es uno de los mejores momentos que he tenido”, replica el australian­o. La victoria y la derrota desdibujan la que fue entonces una gran sorpresa. A cinco años de aquel 7-6 (7-5), 5-7, 7-6 (7-5) y 6-3 con el que un Kyrgios de 19 años superó a Nadal en los octavos de final de Wimbledon, hoy volverán a enfrentars­e, avivando una rivalidad “caliente” desde lo dialéctico.

“No sé si me tomaría una cerveza con Nadal, porque no lo conozco más que como jugador”, lanzó el austra

liano en la previa. Y Nadal replicó: “Es muy peligroso cuando quiere jugar al tenis. No soy un tío que quiera pelear con nadie. Soy demasiado mayor para todas estas cosas. Seguiré haciendo lo que amo”.

La polémica entre ambos estalló en Acapulco, a comienzos de la temporada, donde el balear acusó a Kyrgios de faltarle al respeto a él y al público tras vencerlo en octavos de final por 3-6, 7-6 (7-2) y 7-6 (8-6). El australian­o aseguró que Nadal incumplía la norma de darse prisa al sacar y que le faltaba “un poco de sal”.

Ahora, Nadal volverá a verse las caras con el tenista oceánico. “Es un jugador de gran talento y normalment­e, contra los mejores quiere jugar al tenis. Cuando eso sucede, es un rival muy peligroso”, explicó.

Ya menos polémico, Kyrgios avisó que esperaba con ansias este duelo desde que vio el cuadro principal. “Tan pronto como se realizó el sorteo, estaba muy feliz de verlo en mi camino. Es excitante. Cuando eres un niño, quieres jugar con los mejores del mundo en las mejores canchas. No es algo que puedas dar por hecho. No hay garantías de que vuelva a estar en esta situación”, comentó.

Hace cinco años, en Wimbledon, Kyrgios era un joven más. Un chico muy diferente al que se puede ver hoy, pero con rasgos perennes en su estilo. Había llegado al torneo como invitado y eliminó a Stephane Robert, Richard Gasquet y Jiri Vesely, en su camino a la cancha central, donde lo aguardó Nadal.

Kyrgios salió lanzando una advertenci­a a la tradición y un gesto de desafío, pero de saberse preparado para el reto. El español venía de perder el primer set en sus compromiso­s anteriores ante Martin Klizan, Lukas Rosol y Mikhail Kukushkin, y Kyrgios también le arrebató el primero.

Era un Kyrgios más puro, con menos tatuajes y los rasgos menos marcados. Su peinado ha variado poco o nada, pero los años han borrado la inocencia y el gesto de niño que portaba entonces. La irreverenc­ia sigue en su sitio, aunque profese que Nadal y él se respetan mutuamente, y la tranquilid­ad con la que le jugaba a todo un reciente campeón de Roland Garros hacía difícil pensar que el tenis no estuviera ante algo grande.

Quizás el personaje se ha impuesto al tenista y quizás le importe más una risa que un aplauso. “Nunca voy a cambiar. Simplement­e salgo ahí, me divierto y juego cómo quiero jugar”, explicó Kyrgios. Ya era para él un divertimen­to adivinar los saques de Nadal, jugarse todo y hacer de la central una cancha de tenis de mesa.

Cinco años después, el recuerdo de aquella tarde vuelve a estar pululando por el All England. Nadal y Kyrgios se enfrentará­n de nuevo. El español se entrenó con Nicolás Jarry para preparar el saque del australian­o y éste rememoro sus hazañas en redes sociales. El recuerdo está vivo y quiere rejuvenece­rse. ■

 ?? AFP ?? 1° de julio de 2014. Aquella tarde londinense, un joven Nick Kyrgios dio el golpe al eliminar a Rafael Nadal en los octavos de final de Wimbledon.
AFP 1° de julio de 2014. Aquella tarde londinense, un joven Nick Kyrgios dio el golpe al eliminar a Rafael Nadal en los octavos de final de Wimbledon.

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