Un mal momento en un control de Gendarmería
El sábado 27 de abril asistí en representación de la Asociación de Angus Argentina a la 17° Exposición de Angus Brasil, en la localidad de Uruguayana. De regreso a Buenos Aires, el sábado 27, en la RN 14, a la altura de Colón, nos detuvo un control de Gendarmería. Baja la persona que conducía, quien les facilita la documentación y también la apertura del baúl. Ante la tardanza en el regreso al vehículo, desciendo y les consulto qué necesitaban, ya que me parecía inadecuada la metodología de abrir e introducir sus manos en las pertenencias de la persona con quien viajaba. Para facilitarles la búsqueda le comenté que nos habían revisado en Aduana. Pudimos cerrar el baúl y ascendimos al vehículo. En ese momento me piden que vuelva a descender y que abra el baúl nuevamente, en esta oportunidad si me hicieron abrir con mis manos mi valija.
Cuando me piden que descienda consulto quién estaba a cargo del operativo, presentándose el Alférez Antonio Arrayo, que de muy mal modo exigió que abriera mi valija, para indicarle a otros dos gendarmes que revisaran mis pertenencias. Una vez que pude cerrar mi valija me pidieron todos los elementos de seguridad de la unidad, a lo cual accedimos. Esto no es una crítica a los controles, pero el trato que tienen que tener debe ser educado, y el uso de un uniforme no debe ser utilizado como elemento de violencia hacia los civiles, sino como una herramienta de seguridad. Lamentablemente, lo vivido me trajo recuerdos que gracias a Dios hemos dejado atrás a partir de 1983.