Los funcionarios que compiten no tiene que pedir licencia
“No se puede estar en campaña y, al mismo tiempo, ocupar una banca”, sostuvo Mauricio Macri en 2007, antes de pedirse una licencia en el Congreso en la primera sesión de aquel año. Aseguraba que quería concentrarse en la carrera electoral que lo llevó a la jefatura de Gobierno.
De todos modos; el tiempo, las circunstancias y las necesidades cambian. En 2017, antes de las elecciones legislativas, el Gobierno decidió diferenciarse de la mayoría de los espacios políticos y anunció que obligaría a los funcionarios que iban a presentarse como candidatos a tomarse una licencia de sus respectivos cargos. Finalmente renunciaron. Ahora, en cambio, nadie deberá optar entre la gestión o la campaña.
Ahora, las propias candidaturas del Macri en la Nación, de Vidal en Provincia; y de Horacio Rodríguez Larreta en la Ciudad, hacen impracticable las licencias para los cargos ejecutivos. “Si no se piden licencia ellos, por qué tendría que hacerlo un ministro”, razonaba un integrante del gabinete. Sin embargo, los gabinetes de los tres dirigentes más importantes de Juntos por el Cambio se resentirán en la campaña .
En el Congreso, prácticamente sin actividad, se notará menos la energía y los kilómetros en la campaña. El senador y candidato a vice Miguel Angel Pichetto puede dar fe. Con pocas chances de ganar en La Matanza, el ministro de Educación, Alejandro Finocchiaro, es el candidato a intendente del oficialismo. Cuando reemplazó a Bullrich, trascendieron versiones de que su antecesor volvería al ministerio dos años después. Finocchiaro, con pocas chances en el municipio más grande de la Provincia, no tiene previsto irse a ninguna parte. "Trabaja 24 (horas) x 7 (días)", aseguran en su entorno para justificar el doble rol de funcionario y candidato.
En la Provincia la situación es más sensible por el peso político de los candidatos. El ministro de Seguridad Cristian Ritondo es el primer candidato a diputado nacional. Se había especulado con que Vicente "Tito" Ventura Barreiro, su mano derecha, lo reemplazaría cuando debiera tomarse licencia, pero no llegó. Los números en alza de la pobreza no impiden que el ministro de Desarrollo Social bonaerense, Santiago López Medrano, pase más tiempo en su pago, San Martín, para competir por la intendencia.
En la Ciudad, Rodríguez Larreta perderá a dos ministros. Como Vidal, sacrificará a su ministra de Desarrollo Social. Guadalupe Tagliaferri competirá por un lugar en el Senado. En tanto, la ministra de Salud porteña Ana María Bou Pérez es la única candidata a legisladora que responde al jefe de Gobierno. Son dos áreas sensibles del Ejecutivo porteño.
Por otra parte, los jefes de Gabinete de la Nación y de la Provincia, Marcos Peña y Federico Salvai, son además los jefes de campaña de Macri y Vidal, lo que también confirma el cambio de criterio. ■