Denuncian que más militares y policías han sido torturados
Fueron arrestados con el capitán Arévalo, quien fue sometido a tormentos que le provocaron la muerte.
En Venezuela se multiplican las dudas sobre el estado de los oficiales detenidos el 21 de junio junto al capitán Rafael Acosta Arévalo quien fue torturado hasta morir en un cuartel de contrainteligencia del chavismo.
Se tata de los generales de brigada Miguel Sisco Mora y Ramón Lozada Saavedra, los coroneles Miguel Castillo Cedeño y Francisco Torres Escalona, y los comisarios Miguel Ibarreto y José Valladares del Cicpc (Cuerpo de Inteligencia Policial y Criminal).
El régimen detuvo a estos siete funcionarios por su presunta vinculación en un complot que según el gobierno estaba montado para los días 24 y 25 de junio contra Nicolás Maduro y otros altos cargos. Han sido fuertemente torturados en el DGCIM, la dirección de contrainteligencia militar del régimen chavista, según denunciaron sus familiares.
Zair Mundaray, fiscal del Ministerio Público en el exilio, informó los detalles de la autopsia practicada al capitán Acosta que probaría las razones del temor de los familiares de los otros detenidos. “El militar presentó signos de torturas, en los que se especificó 16 costillas fracturadas, fractura del tabique nasal, excoriaciones en hombros, codos y rodillas, hematomas en la cara interna de los muslos, lesiones similares a latigazos en espalda y la parte posterior de los muslos, un pie fracturado, y pequeñas quemaduras en ambos pies de las que se presume electrocución”.
Se pudo conocer que el general Sisco fie trasladado al Fuerte Tiuna, sede del Ministerio de Defensa, y el coronel Castillo al anexo militar de la prisión común de La Pica en Monagas, al sur del país. El régimen no ha permitido el acceso de los familiares ni de sus abogados para conocer el estado de salud en que se encuentran los oficiales supuestamente torturados. Tampoco han podido hacer la inspección la española Sara Nuero Escobar y el mexicano Carlos de La Torre, que son los dos representantes de la comisión que dejó Bachelet en Caracas con la misión de monitorear la situación de los Derechos Humanos en Venezuela. Hasta ahora no pudieron contactar a ningun de los presos políticos del régimen. ■