“Es decisión del árbitro usar o no el VAR”, dice la Conmebol
Las horas pasan pero el enojo no se detiene. A las puertas del partido por el tercer puesto ante Chile, se acelera el reclamo del fútbol argentino a la Conmebol por el cuestionado arbitraje en la derrota frente a Brasil. Ante el rechazo de la entidad sudamericana a la carta que emitió el miércoles Claudio Tapia, la AFA no se quedó de brazos cruzados y volvió a la carga, junto a la dirección Nacional de Arbitraje. Su titular, Federico Beligoy, envió una nueva carta solicitando que le manden la grabación de imágenes y los diálogos privados registrados a través del sistema de comunicación entre los árbitros del campo de juego y los del VAR. La queja de Beligoy apunta en dos direcciones. Envió un carta al presidente la Conmebol, Alejandro Domínguez y otra al Grupo Mediapro, la empresa encargada de controlar el normal funcionamiento del VAR.
En este sentido, según reconoció el Comité Organizador Local (COL), antes del encuentro entre Argentina y Brasil se habría generado una interferencia en la frecuencia de comunicación de radio entre el árbitro Zambrano y los jueces que estaban en la cabina. “Tras un día de presentada (la primera queja), nos preocupa que aún no hemos recibido respuesta a nuestras preocupaciones manifestadas”, se queja Beligoy e insiste en que liberen los audios.
Desde la Conmebol llegó una respuesta contundente. “Es decisión del árbitro usar o no el VAR”, dijo el director de competiciones del organismo, Hugo Figueredo, en una conferencia de prensa antes de la final. Y agregó: “Tenemos cosas más positivas que críticas por el uso de la tecnología en el torneo. Implementamos el VAR de una manera innovadora. Siempre habrá críticas. El VAR es una herramienta para los partidos”. Y concluyó: “Si vamos a discutir sobre los criterios, vamos a necesitar más de 15 minutos para revisar las jugadas”.
Al margen de las palabras de Figueredo, Tapia y compañía siguen esperando una respuesta oficial por escrito de la Conmebol. Es decir, las llamas en la AFA aún no se apagaron... ■